Traumatólogo en Málaga » Prótesis de cadera
El Dr. Vicente De la Varga es un cirujano traumatólogo especialista en prótesis de cadera y en la resolución de complicaciones y casos complejos de prótesis de cadera.
Con más de 25 años de experiencia ha completado su formación en los principales centros especializados en prótesis de cadera como el NuffieldOrthopaedic Centre en la Universidad de Oxford,y posee un Master de superespecialización en Cirugía de Caderapor el Princess Elizabeth Orthopaedic Centre en la Universidad de Exeter.
Su inquietud por dominar la patología de cadera en su conjunto le ha llevado a ser pionero en España en la cirugía preservadora de cadera la cual, mediante cirugía artroscópica de cadera y terapias biológicas regenerativa trata de evitar la progresión de la artrosis hacia una cirugía de prótesis de cadera. De esta forma es capaz de solucionar con seguridad cualquier tipo de patología que pueda afectar a la cadera.
En 2016 desarrolló la primera Unidad de Cadera del Deportista del país para tratar de forma integral cualquier tipo de lesión de cadera que afectara a deportistas y personas de mediana edad.
Implantar una prótesis de cadera o realizar una artroplastia de cadera consiste en sustituir la articulación dañada por unos componentes artificiales que reproducirán el movimiento original y conseguirán que desaparezca el dolor.
La causa más frecuente para implantar una prótesis de cadera es la artrosis de cadera, aunque también se puede necesitar tras una fractura de cadera, un tumor o una infección. La artrosis de cadera implica un desgaste del cartílago de la cabeza femoral y de la copa acetabular que la aloja, lo que origina que pierdan su forma esférica y se vuelvan irregulares, rozando hueso contra hueso.
Poner una prótesis de cadera está indicado cuando el dolor y la limitación de la movilidad no nos permitan realizar aquellas actividades de la vida diaria normales para nuestra edad, y hayamos agotado todos los tratamientos regenerativos que pudieran retrasar la evolución de la enfermedad.
Esto significa que NO hay que esperar lo máximo posible. Es cierto que la cirugía de prótesis de cadera es la última opción para la artrosis de cadera pero, al ser la artrosis una patología irreversible que cuando es muy avanzada no tiene cura, NO tiene sentido que cuando ya nos cause un dolor continuo que limite nuestra vida diaria y no nos permita jugar con nuestros hijos, hacer deporte o mantener unas relaciones sexuales satisfactorias no le pongamos una solución definitiva y exitosa como es una prótesis de cadera.
La prótesis de cadera es una solución segura y exitosa para la artrosis de cadera. Es el tipo de cirugía traumatológica con el mejor resultado es términos de coste, riesgo y beneficio.
La articulación de la cadera es muy sencilla: una bola (cabeza femoral) que gira dentro de una copa que lo aloja (acetábulo). Todas las prótesis de cadera constan de un componente femoral, generalmente un vástago que se introduce dentro del fémur y que tiene con una bola en su extremo, y un componente acetabular, el cotilo, que es una copa que aloja la bola y se incrusta en la pelvis. Todas las prótesis de cadera actuales son modulares, diferenciando la parte que se ancla al hueso (vástago y cotilo) que son de un tipo determinado de metal y tiene múltiples longitudes y grosores, de la parte que realiza el movimiento (cabeza e inserto cotiloideo) que son de un material distinto (metal, cerámica o plástico) y con sus distintas longitudes y tamaño. Con esta modularidad conseguimos reproducir fielmente la articulación original.
El material del que están hechas las prótesis es importante no sólo en la parte en la que la prótesis contacta con el hueso, como hemos visto, sino también en las zonas de movimiento.
Denominamos par de fricción a la combinación de materiales que forman la cabeza y el cotilo, que son las partes móviles de la prótesis de cadera y que están sometidas a un desgaste por rozamiento. La elección del par de fricción más adecuado se orienta a obtener el menor desgaste según el grado de actividad del paciente. Así en pacientes más jóvenes, con mayor nivel de actividad, buscamos un par de fricción con mínimo desgaste combinando una cabeza de cerámica con un cotilo de cerámica o material plástico (polietileno). En los pacientes de mayor edad, con menos nivel de desgaste, se suele emplear una cabeza de acero inoxidable o cromocobalto y un cotilo de polietileno.
La cirugía para una prótesis de cadera es una técnica muy desarrollada, muy depurada operándose muchísimos pacientes todos los años, por los que los riesgos son poco frecuentes, sabemos perfectamente cómo evitarlos y cómo tratarlos de forma efectiva en caso de aparecer. Los principales riesgos son tres:
En todo caso, la cirugía de prótesis de cadera es una cirugía mágica, que hace desaparecer el dolor de forma inmediata y nos permite recuperar nuestra vida al poder movernos. Pensamos que los riesgos aparecen con escasa frecuencia y que asumirlos merece la pena.
Realmente, hoy día no sabemos cuanto puede durar una prótesis de cadera. Depende sobre todo de a la edad que se ponga, pero es posible que dure para siempre. Yo tengo pacientes con más de 25 años operados de una prótesis de cadera, y siguen disfrutando de una vida plena. Esto se debe a que la prótesis reproduce perfectamente la movilidad de la cadera original.
Hay dos motivos para tener que cambiar una prótesis de cadera:
Como ya hemos comentado la cirugía tarda entorno a una hora, tras las cuales el paciente permanece dos horas en recuperación antes de volver a la habitación. Las primeras 24h permanece en reposo pues tendrá un drenaje para evitar que haga un hematoma interno.
Si el principal motivo para operarse de una prótesis de cadera es eliminar el dolor y las limitaciones de la movilidad, tras la cirugía iremos recuperando paulatinamente nuestra vida, pudiendo realizar aquellas actividades que son normales para nuestra edad, pudiendo caminar, correr, hacer senderismo, jugar al tenis o al padel, ir al gimnasio, montar en bicicleta, bucear o jugar al golf.
Los únicos tipos de actividades y deportes que no son recomendables son los deportes de riesgo (barranquismo, parapente, escalada) en los que no es del todo controlable la posición de la pierna en los saltos y hay riesgos de caídas y golpes inesperados. De igual forma es conveniente evitar los deportes de contacto (fútbol, baloncesto, kárate) pues el contrario puede provocar, al igual que en los deportes de riesgo que la prótesis se salga de su sitio o romper el hueso alrededor de ella.
No, no debe haber dolor tras una cirugía de prótesis de cadera. Es normal que en las primeras semanas tras la cirugía exista algo de dolor, diferente al de antes de operarnos, pero que irá disminuyendo con el paso de los días. Debemos distinguir dos tipos de dolor tras una prótesis de cadera en función de su momento de aparición.
En cualquier caso, siempre que haya dolor tras una cirugía de cadera se debe investigar la causa, porque no debe existir y con el diagnóstico y tratamiento adecuado debe desaparecer.
Los traumatólogos tardamos mucho en preparar los campos quirúrgicos, pues es importante el posicionamiento del paciente y es enorme la cantidad de material que hay que preparar para la cirugía. Habitualmente la duración de una cirugía de prótesis de cadera es de una hora para prótesis no cementadas, alcanzando la hora y media si es cementada. Tras la cirugía el paciente suele permanecer dos horas en recuperación hasta que el anestesista considera que es seguro pasarlo a la habitación.
La anestesia será siempre de la forma más segura para cada paciente. Nosotros preferimos realizarla bajo una anestesia espinal, pinchando en la espalda, de tal forma que el paciente queda dormido de cintura para abajo. Se suele combinar con una sedación suave para que el paciente, aún estando despierto, no esté nervioso y no se de cuenta de los que está pasando a su alrededor. Este tipo de anestesia tiene la ventaja de que el paciente tiene menos sangrado, y como dura varias horas permite que las piernas vayan despertando progresivamente mientras que los calmantes que se administran por el suero intravenoso van haciendo su efecto. Es una forma menos brusca de volver a la normalidad.