La artrosis lumbar puede que no desarrolle un síntoma que el paciente pueda percibir, y esos casos es un hallazgo casual al realizar radiografías de la zona lumbar por otras causas. Lo más frecuente es que aparezca como una lumbalgia crónica, que se caracteriza por dolor continuo que aumenta con movimiento de la espalda baja o cuando se cargan pesos. La tensión, tirantez y la disminución de la movilidad son otros síntomas que suelen aparecer.
Aunque en una radiografía simple se puede objetivar la existencia de una artrosis lumbar, el diagnóstico de la severidad de la artrosis se realiza mediante una resonancia magnética de la columna lumbar, que nos permite evaluar en un corte transversal la verdadera extensión de la artrosis.
Es importante determinar en cuantos niveles intervertebrales existe artrosis, pues el tratamiento hay que realizarlo en todas las articulaciones afectadas, para eliminar por completo el origen del dolor.