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El hombro es una articulación constituida por la clavícula, la escápula y el húmero. Es la articulación con mayor capacidad de movimientos que existe en el ser humano, gracias los numerosos músculos que la rodean. La luxación de hombro es una lesión que se da con cierta frecuencia en la práctica deportiva y se produce cuando la cabeza del húmero se sale del glenoides, ocasionando un intenso dolor que impide mover el brazo.
En la mayoría de los casos, la causa de una luxación de hombro se produce por un fuerte choque o golpe sobre el mismo que acompaña un movimiento anormal en la articulación. Cuando se produce en jóvenes las probabilidades de que vuelva a ocurrir son muy altas. Con un leve movimiento la luxación podría repetirse por lo que en algunos casos se suele aconsejar la intervención quirúrgica. Este tipo de lesión suele ocurrir más en hombre que en mujeres, y personas deportistas que al practicar deportes de contacto estarían en mayor riesgo de lesión.
La luxación de hombro provoca un dolor intenso impidiendo incluso el movimiento del brazo. Además, en la mayoría de los casos la salida de la cabeza del húmero se produce desplazándose hacia la parte anterior del hombro, por lo que se puede percibir claramente la deformación del hombro. Puede complicarse la lesión por algún daño neurológico que insensibiliza el brazo e impide el movimiento. Sin embargo, la causa principal se centra en el cartílago ubicado en el extremo de la articulación (labrum) para asegurar la cabeza del húmero en la glenoides. En los casos de luxación de hombro que se repite los ligamentos adquieren una moldeamiento, facilitando nuevos episodios.
Entre los síntomas más comunes cabe destacar los siguientes:
La articulación del hombro es una articulación esférica. Comprende la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea del omóplato. Esta cavidad es visiblemente menor que la cabeza del húmero, lo que confiere a la articulación un margen de movimiento especialmente amplio. Sin embargo, esto la vuelve también más inestable y, por tanto, más vulnerable a lesiones como desarticulaciones y luxaciones.
Tanto la cavidad glenoidea como la cabeza del húmero están cubiertas por cartílago articular. A causa del desgaste o de infecciones, pueden surgir daños en la articulación que terminen provocando dolor y limitación de la movilidad.
Los elementos óseos de la articulación del hombro son:
Ambas formaciones óseas son el punto de partida de los diferentes ligamentos, y estabilizan la clavícula. Partiendo del acromion, el ligamento coracoacromial va hasta el proceso coracoideo. El pinzamiento de musculatura o tendones entre el acromion y la cabeza del húmero puede derivar en limitaciones de movimiento y dolores (síndrome de pinzamiento subacromial).
El hombro está conformado por:
Según el grado puede hablarse de micro inestabilidad, subluxación y luxación, esta puede ser única o recidivante, cuando se producen episodios repetidos. En función de la dirección de la luxación se pueden clasificar en:
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El tratamiento para la luxación de hombro se requiere de manera inmediata debido al dolor intenso que se siente. Con la atención médica la cabeza del humero se colocara nuevamente en el hombro. En el momento de la luxación es importante inmovilizar el brazo con un cabestrillo o la propia ropa del paciente. Una vez en el hospital el paciente recibirá un tratamiento para aliviar el dolor antes de proceder a la colocación de la articulación, ya que es una maniobra muy dolorosa. Después se inmovilizara el brazo con un cabestrillo con faja y se realizara una exploración radiológica y una resonancia magnética para evaluar las lesiones que se hayan podido producir en los ligamentos, con el fin de definir el tratamiento más adecuado.
Las características del paciente son muy importantes a la hora de proceder a un tratamiento u otro. En pacientes jóvenes con mucha actividad física, el riesgo de que pueda volver a ocurrir es muy elevado por lo que se puede considerar la realización de una intervención quirúrgica con la técnica de la artroscopia, con el fin de reparar los ligamentos dañados. En este tipo de intervención quirúrgica el paciente no necesita ser ingresado y volverá a casa tras la inmovilización del brazo. Transcurridas unas semanas se recomienda realizar una rehabilitación para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura del hombro.
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