Al tener el disco intervertebral muy escaso aporte sanguíneo tiene muy poca capacidad para autoregenerarse. Mediante la TBI colocamos plasma rico en plaquetas en el interior del disco deteniendo el proceso de destrucción del disco y devolviéndole en gran medida sus propiedades elásticas.
Es un tratamiento de gran seguridad pues se emplean factores de crecimiento del paciente para regenerar el disco dañado, tiene la capacidad de aliviar el dolor lumbar y detener el progreso de la destrucción del disco evitando la necesidad de una cirugía de fusión de los cuerpos vertebrales.
El procedimiento se realiza en quirófano de forma ambulatoria bajo una ligera sedación y con anestesia local. Nuestros especialistas colocan de forma muy precisa, con ayuda de la fluoroscopia la terapia biológica indicada en su caso exactamente en la zona lesionada del disco intervertebral. El tratamiento dura 45 minutos tras los que podemos irnos caminando a casa. Esta terapia se puede repetir las veces que sea necesario en el caso de repetirse los síntomas.
La mayor efectividad se consigue en discopatías en los que el disco está degenerado pero mantiene su altura, pudiendo no estar indicado en casos de hernias de disco que causen una radiculopatía sintomática, inestabilidad vertebral o estenosis severa del canal lumbar.