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Cuando nos referimos a tendinitis de tobillo, hablamos en términos técnicos de una tendinitis peroneal, y es importante aclarar esto ya que al referirnos al tobillo la gran mayoría pensará en el tendón de Aquiles, tendón que no trataremos en esta ocasión ya que no es el afectado.
Una vez aclarado lo anterior, podemos pasar a explicar con más detalle el caso. Los tendones peroneos podemos encontrarlos en la cara lateral y externa del tobillo, y se les nombra en plural porque se dividen en dos, uno que pertenece al músculo peroneo largo y otro que pertenece al peroneo corto.
La función de ambos tendones es ayudar y colaborar en el movimiento del tobillo de forma vertical y lateral, realizando a su vez una estabilidad lateral del tobillo cuando realizamos algún tipo de actividad que implica un movimiento de lado a lado. Por malformaciones, anteriores lesiones, o malas técnicas a la hora de realizar ciertas actividades podemos hacer que los tendones trabajen en exceso provocando una inflamación de los mismos.
Es importante conocer lo que nos provoca una lesión como esta, ya que como en otros casos, debemos siempre tener claro y en mente que si no es tratada lo más rápido posible podemos llegar a sufrir la rotura del tendón afectado.
La tendinitis de tobillo nos provocará:
En base al último punto tratado, debemos tener en cuenta que si hemos sufrido esguinces de tobillo en el pasado, la posibilidad de tener tendinitis peroneal se incrementa. Esto es debido que cuando los ligamentos se rompen o estiran y no proporcionan la estabilidad necesaria, son los tendones laterales los que trabajan con mayor intensidad provocando un desgaste y arriesgando su propia integridad.
La tendinitis de tobillo es una lesión frecuente en deportistas primando corredores y saltadores. Durante una carrera realizamos los siguientes movimientos en el pie que pueden convertirse en los causantes del daño:
Como vemos, son movimientos habituales que realizamos incluso al andar, pero no con la misma fuerza, velocidad e intensidad que al correr o saltar. Los tendones de los peroneos participan en la supinación que se produce justo antes del aterrizaje, y es esto lo que puede lesionarnos. Toda actividad física, por habitual o simple que parezca, requiere de una técnica para evitar lesiones.
La técnica o la actividad no es la única causa que puede provocarnos tendinitis, debemos tener en cuenta otros factores como desviaciones del talón hacia adentro por genética o metabolismo, o un buen calzado que mantenga lo más sujeto posible nuestro pie sin llegar a ser dañino, de forma que este no se doble innecesariamente.
El Dr. Vicente de la varga, comenzará el diagnóstico con la examinación física para valorar el rango de movilidad, la estabilidad de los ligamentos y tendones incluyendo la fuerza del tobillo. Normalmente, cuando sus pacientes sienten molestia, dolor o sensibilidad a la palpación del maléolo externo del tobillo, donde los tendones sufren el roce, ya puede sospechar una tendinitis peroneal.
Para confirmar la lesión pedirá al paciente que realice una flexión plantar contra el suelo, la pared o cualquier resistencia, de forma que si no puede ejecutar el movimiento por el dolor provocado por el mismo, estableceráuna tendinitis de tobillo.
Como medida preventiva, realizará pruebas diagnósticas por imagen con el fin de conocer la amplitud y gravedad de la situación. Mediante la ecografía y/o resonancia magnética puede comprobar la tendinitis, pero se realizan principalmente para descartar una rotura de los tendones, ya que los síntomas son prácticamente iguales aunque la gravedad es considerablemente superior.
Diseñamos una terapia regenerativa específica para usted, la más apropiada para sus características, combinando los distintos tipos de terapias disponibles.
Nuestras instalaciones con quirófano y laboratorio propio nos permiten manejar la más amplia oferta en terapias biológicas para diseñar la combinación de terapias más adecuada para su patología
Lo primero que realizaremos será reducir el dolor e inflamación de nuestros pacientes mediante fisioterapia y técnicas como ultrasonido, iontoforesis, ondas de choque, vendajes neuromusculares, estimulación eléctrica, etc.
La terapia de hielo y aplicación de cremas antiinflamatorias durante los masajes pueden llegar a ser especialmente útiles para reducir la inflamación del tendón ya que los tendones son superficiales y responden con eficacia a dichos masajes.
Normalmente, el tratamiento inicial suele ser eficaz en gran parte de las ocasiones, pero en caso de no serlo, se acudirá al tratamiento quirúrgico. Lejos de ser peligroso o algo de lo que debamos preocuparnos, esta operación consistirá en desbridar por artroscopia la vaina del tendón. ¿Qué es el desbridamiento? Es simplemente eliminar el tejido muerto, dañado o afectado para que el tejido sane de forma adecuada, pero para darles aún más seguridad a nuestros pacientes, realizaremos esta operación con técnicas mínimamente invasivas para hacer nulo cualquier tipo de “riesgo”.
Como algo esencial, trataremos el factor causante, es decir, si la lesión ha sido provocada por la biomecánica de la pisada, se estudiará el calzado y la técnica de carrera. Una forma de solventar este factor, normalmente se reduce en una plantilla personalizada que se adapte al pie de nuestro paciente, de forma que se puedan evitar otras futuras lesiones.
El paciente no debe realizar actividades físicas durante la recuperación, sino reposar y recibir los masajes que nosotros mismos aplicaremos, ya que un intento de auto-masajes sin nociones sobre ello puede empeorar la situación.
Por último, recomendaremos algunos ejercicios para fortalecer los peroneos y evitar futuras tendinitis:
Te aconsejamos como siempre, realizar todo ejercicio con tranquilidad sin excederte, y acudir a nosotros de forma directa con el único fin de evitar males mayores, como puede serlo una rotura del tendón.
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