Lo primero que realizaremos será reducir el dolor e inflamación de nuestros pacientes mediante fisioterapia y técnicas como ultrasonido, iontoforesis, ondas de choque, vendajes neuromusculares, estimulación eléctrica, etc.
La terapia de hielo y aplicación de cremas antiinflamatorias durante los masajes pueden llegar a ser especialmente útiles para reducir la inflamación del tendón ya que los tendones son superficiales y responden con eficacia a dichos masajes.
Normalmente, el tratamiento inicial suele ser eficaz en gran parte de las ocasiones, pero en caso de no serlo, se acudirá al tratamiento quirúrgico. Lejos de ser peligroso o algo de lo que debamos preocuparnos, esta operación consistirá en desbridar por artroscopia la vaina del tendón. ¿Qué es el desbridamiento? Es simplemente eliminar el tejido muerto, dañado o afectado para que el tejido sane de forma adecuada, pero para darles aún más seguridad a nuestros pacientes, realizaremos esta operación con técnicas mínimamente invasivas para hacer nulo cualquier tipo de “riesgo”.
Como algo esencial, trataremos el factor causante, es decir, si la lesión ha sido provocada por la biomecánica de la pisada, se estudiará el calzado y la técnica de carrera. Una forma de solventar este factor, normalmente se reduce en una plantilla personalizada que se adapte al pie de nuestro paciente, de forma que se puedan evitar otras futuras lesiones.
El paciente no debe realizar actividades físicas durante la recuperación, sino reposar y recibir los masajes que nosotros mismos aplicaremos, ya que un intento de auto-masajes sin nociones sobre ello puede empeorar la situación.
Por último, recomendaremos algunos ejercicios para fortalecer los peroneos y evitar futuras tendinitis:
- Levantamiento de pantorrillas. De pie con ambos pies separados al ancho de los hombros, nos levantaremos de puntillas y mantendremos la postura durante 1 segundo, bajando lentamente y repitiendo el ejercicio. Como añadido, podemos utilizar una barrar de pesas sobre los hombros.
- Levantamiento de pantorrillas en ángulo. Este ejercicio requiere de dos pesas que colocaremos en el suelo separadas al ancho de los hombros. Deberemos poner la punta de los pies sobre pesas con los dedos gordos y talones colgando sobre los bordes de ellas. Nos levantaremos sobre la punta y bajaremos los talones hasta rozar el suelo, repitiendo el ejercicio con tranquilidad.
- Eversión del tobillo. Con una banda elástica, asegurando el extremo de la banda a un soporte fijo, sujetaremos el otro extremo a nuestro pie y sentados en el suelo con la pierna recta debemos tener la banda tensa. Sin doblar la pierna, giraremos la planta del pie hacia afuera a la derecha (si es el pie derecho). Mantendremos la posición, relajaremos y destensaremos para repetir posteriormente.
Te aconsejamos como siempre, realizar todo ejercicio con tranquilidad sin excederte, y acudir a nosotros de forma directa con el único fin de evitar males mayores, como puede serlo una rotura del tendón.
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