El tratamiento puede ser de dos tipos según la necesidad de cirugía de la lesión. Se recomendará un tratamiento conservador para lesiones de grado leves, centrado en analgésicos que ayuden a calmar el dolor y el reposo durante unas semanas con cabestrillo. Posterior a las semanas de recuperación se aconseja seguir un programa de rehabilitación por un fisioterapeuta u otro profesional.
El tratamiento de grado III de luxación acromioclavicular crea dudas. El tratamiento inicial dependerá del tipo de deformidad; Si no hay una deformidad grande, y la actividad del paciente es normal podrá ser tratada con un tratamiento conservador con uso de cabestrillo. En pacientes que tienen una exigencia funcional mayor del miembro superior, el tratamiento quirúrgico es lo indicado.
Para lesiones más graves y pacientes con una gran demanda física y funcional de la zona afectada se le recomendaría una cirugía para la luxación acromioclavicular. Para el tratamiento quirúrgico la técnica más utilizada es la inserción de agujas de kirshner, sin necesidad de corte, y el injerto de tendones para las lesiones más graves. Existe una amplia variedad de técnicas que se adaptan al tipo de lesión, gravedad de la luxación y nivel funcional del miembro.