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La osteocondritis, también conocida como osteocondritisdisecante, es una patología común, mediante la cual se crean grietas en el cartílago articular y el hueso subcondral. La osteocondritis es una complicación de la necrosis avascular que se producen en el hueso subcondral. La necrosis avascular lo que hace es que priva de sangre al tejido óseo, muriendo esa zona del hueso y se reabsorbe. El hueso subcondral se pierde, el cartílago articular anterior se separa del hueso y tiene una mayor propensión a sufrir daños, como la fragmentación de los huesos y los cartílagos, o la libre circulación de estos fragmentos osteocondrales en el espacio articular provocando más daño y dolor en el paciente.
La osteocondritis es una enfermedad poco habitual que suele afectar sobre todo a niños y adolescentes (en especial a varones de entre 4 y 13 años) en fases de crecimiento. El número de casos suele ser de entre 15 y 30 personas por cada 100.000 habitantes al año.
Aunque es una patología rara, es una causa de dolor en las articulaciones en adolecentes físicamente activos. Como sus huesos aún están en crecimiento, los adolescentes tienen mayor probabilidad que los adultos de recuperarse.
En esta lesión, fragmentos de cartílago o de hueso se aflojan dentro de una articulación causando dolor e inflamación. Estos fragmentos se refieren a veces como los signos comunes. La osteocondritis es un tipo de osteocondrosis en el que una lesión se ha formado en la capa del cartílago, dando lugar a la inflamación y dolor. Aunque lo veremos más adelante, la zona afectada más común es la rodilla, pudiendo también a afectar a tobillo y codo.
La sintomatología de los pacientes por lo general consisten en problemas mecánicos incluyendo dolor, hinchazón, captura de bloqueo, y dando paso, el síntoma principal puede ser una restricción en la movilidad.Los síntomas se presentan típicamente en las primeras semanas, sin embargo, se produce en cuestión de meses y ofrece poco tiempo para el diagnóstico. La enfermedad progresa rápidamente, lo que puede generar quistes estables o fisuras a fragmentos inestables. Los síntomas no específicos, causada por lesiones similares, tales como esguinces en las articulaciones y distensiones, lo que puede retrasar el diagnóstico definitivo.
A pesar de muchas investigaciones, las causas no están claras, pero incluyen trauma físico repetitivo, isquemia (restricción del flujo sanguíneo), hereditarios y los factores endocrinos, la necrosis avascular (pérdida de flujo sanguíneo), el rápido crecimiento, deficiencias y desequilibrios en la proporción de calcio a fósforo, y las anomalías de la formación ósea. Aunque el nombre de «osteocondritis» implica la inflamación, la falta de células inflamatorias en el examen histológico sugiere una causa no-inflamatoria. Se cree que los microtraumatismos repetidos, que conduce a microfracturas y en ocasiones la interrupción del suministro de sangre al hueso subcondral, puede provocar la pérdida localizada posterior del suministro de sangre o la alteración del crecimiento.
Trauma, en lugar de la necrosis avascular, es la causa principal de la osteocondritisdisecante en los jóvenes. En los adultos, el trauma es considerado como el principal o quizá la única causa, y puede ser endógena, exógena o ambas. La incidencia de lesiones por esfuerzo repetitivo en atletas jóvenes va en aumento, y representa un número significativo de visitas a atención primaria, esto refuerza la teoría de que puede estar asociado con una mayor participación en los deportes y el trauma posterior. Deportes de alto impacto como el fútbol, baloncesto, lacrosse, tenis, squash, béisbol y levantamiento de peso puede poner los participantes en un mayor riesgo de trastorno de las articulaciones (rodillas, tobillos y codos).
Informes de casos recientes sugieren que algunos pacientes pueden estar genéticamente más predispuestos.
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Las medidas conservadoras deben ser utilizadas para el tratamiento de lesiones estables(grados I y II) en pacientes más jóvenes con epífisis abiertas. Muchos casos se resuelven con estas medidas:
Cuando el tratamiento conservador ha fallado, la lesión es inestable (grado III) o los cuerpos libres están presentes (Grado IV), se debe optar por el tratamiento quirúrgico. Este método incluye: perforación subcondral artroscópica para promover la revascularización, desbridamiento artroscópico y la estabilización del fragmento, escisión artroscópica, curetaje, y la perforación. El injerto óseo y el trasplante de condrocitos autólogo se pueden usar en determinadas ocasiones.
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El pronóstico depende de la edad del paciente, la articulación afectada y el estadio de la lesión en la presentación. Los pacientes más jóvenes con pequeñas lesiones en cóndilo femoral medial estables son los que tienen el mejor pronóstico.
Lesiones inestables se pueden curar después de la estabilización, pero el pronóstico a largo plazo no está claro. Fragmentos sueltos crónicos pueden ser difíciles de fijar y tienden a cicatrizar mal. La escisión de lesiones de gran tamaño de las zonas que soportan el peso también tienden a dar resultados pobres.