Como en todo diagnóstico, primero se recurrirá a la exploración física con el fin de evaluar la reacción del paciente ante diferentes estímulos, movimientos y ejercicios, además de buscar deformaciones que evidencien una rotura total o lesión de tercer grado.
El problema principal al que nos enfrentamos en el diagnóstico de una rotura de aductores, es diferenciar el aductor afectado. Esto es necesario para un correcto diagnóstico y tratamiento, por lo que el Dr. Vicente de la Varga prefiere utilizar técnicas que no se basan tan solo en lo palpable o visible al ojo humano, sino que utiliza imágenes proporcionadas por las resonancias magnéticas (RM).
Las resonancias proporcionan una serie de imágenes detalladas que le permiten evaluar y asignar un grado de lesión a la patología del paciente, además de comprobar si los otros aductores han sido afectados, para posteriormente hablar con él y determinar un tratamiento acorde.