La Artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Consiste en la pérdida del cartílago articular, la formación de osteofitos y la deformación de la articulación. El cartílago hialino es una capa de unos milímetros de un tejido conectivo especializado en absorber carga mecánica y favorecer el deslizamiento de un hueso sobre otro.
No se sabe la causa pero existen factores que predisponen la aparición de la artrosis, como un traumatismo, la inestabilidad, la genética o la sobrecarga mecánica de la articulación. Una vez se ha iniciado el proceso de la enfermedad degenerativa la progresión del desgaste va aumentando con los años por lo que es difícil impedir el proceso.
Específicamente la artrosis substragalina es una alteración de la articulación entre el astrágalo y el calcáneo a nivel del retropié. La función de esta articulación es la de estabilizar el pie en terrenos irregulares. Es decir, protege y permite los movimientos de eversión e inversión del pie y retropié.
Para el diagnóstico de la artrosis subastragalina hace falta conocer el tipo de dolor y la exploración de la zona por parte del profesional. El dolor localizado alrededor del talón, en la zona lateral o medial del tobillo que se incrementa al caminar en terrenos irregulares es muy característica de la artrosis subastragalina. Se recomienda realizar una radiografía simple para evaluar el aspecto de la artrosis subastragalina.
Si se requiere de un estudio más exhaustivo se recomendaría realizar un TAC o una Resonancia Magnética. Para los tipos de artrosis que no son sintomáticas se aconseja la prueba de gammagrafía que demostrará la actividad de la artrosis subastragalina. Resaltar que es importante tener una valoración de cada caso y evaluar las causas del dolor en la zona del tobillo para un diagnóstico diferencial.
Como hemos podido adelantar pueden darse dos tipos de tratamiento. El tratamiento inicial es el conservador en el que el objetivo del tratamiento es limitar el movimiento doloroso de la articulación, acomodar la pisada, corregir el mal alineamiento, aliviar y descargar los puntos de presión. Es posible con el tratamiento conservador disminuir la progresión degenerativa que causa la artrosis subastragalina. A continuación damos una serie de pautas a seguir:
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