La sintomatología del Síndrome de Haglund coincide con otras patologías que causan dolor en el talón (tendinosis del cuerpo del Aquiles, tendinosis de inserción o entesopatía del Aquiles, bursitis retrocalcánea, bursitis retroaquílea, calcificaciones del Aquiles, fascitis plantar, etc).
Es muy usual la coexistencia del Síndrome de Haglund con la Tendinopatía de inserción calcificada del Aquiles, siendo con frecuencia confundidas. Deben diferenciarse claramente pues requieren tratamientos muy diferentes.
- En la Tendinopatía de inserción Calcificada la prominencia ósea está situada posterior, superficial a la inserción del Aquiles, se palpa una elevación continuando al tendón, siendo muy dolorosa al tacto. Puede haber calcificaciones dentro del tendón, pero el tendón suele estar normal, no degenerado y no hay bursitis. El tratamiento consiste en ondas de choque focales sobre la calcificación y si no responde extraerlas mediante cirugía abierta. No suelen responder a los ejercicios excéntricos y no es posible su tratamiento por artroscopia.
- En el Síndrome de Haglund la prominencia ósea es anterior al Aquiles, pudiendo a veces sobresalir por los laterales del tendón, sobre todo en su cara externa. El dolor suele aparecer por la bursitis o la degeneración del tendón, doliendo al apretarlo lateralmente, pellizcando el tendón en su inserción.
El diagnóstico de confirmación se realiza combinando:
- Radiografía lateral del talón, donde se observa la exoótosis o espolón en la parte posterosuperior del calcáneo.
- Ecografía y Resonancia Magnética Nuclear, con las que se aprecia además la bursa engrosada y con líquido así como la degeneración y engrosamiento localizado del tendón de Aquiles en la zona de roce con la exóstosis.