Tratamiento de la Hoffitis
En un primer momento, el tratamiento es conservador, basándose en la administración de analgésicos y antiinflamatorios.
También se pueden realizar infiltraciones locales con corticoides para aliviar los síntomas. Si no se obtuvieran resultados con este tratamiento, se puede realizar una resección del ligamento graso a través de una artroscopia.
En caso de duda sobre la existencia de la Hoffitis, la artroscopia no sólo serviría para la detección de la patología, sino también para tratarla.
En los casos en que se aplica una fuerza sobre la rótula, esta grasa actúa como un amortiguador de choque, protegiendo así las estructuras internas de la articulación. Así, en el supuesto de que la rodilla recibiera un fuerte impacto de forma directa, la almohadilla de grasa puede llegar a ser pinzada (pinchada)entre el cóndilo femoral y la rótula. Como la almohadilla de grasa es una de las estructuras más sensibles en la rodilla, estaríamos ante una lesión muy dolorosa para quien la sufre.
Esta situación se sufre durante un período largo, que se agrava por el enderezamiento de la articulación. Ello provoca que la almohadilla de grasa esté irritada e inflamada. La intervención quirúrgica a través de artroscopia conllevaría una limpieza con un shaver o sinoviotomo.