PONTE EN NUESTRAS MANOS Y RECUPÉRATE
A casusa de la complejidad y el crecimiento que está experimentando la fisioterapia, es necesaria la ampliación en la forma de trabajar, usando nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento que tengan como objetivo recuperar al paciente en condiciones de seguridad, siempre manteniendo los principios de la profesión.
El término de fisioterapia invasiva hace referencia al conjunto de técnicas en que se usa una aguja sólida que aplica de manera percutánea agentes físicos, inyecta fármacos o aplica electricidad y calor en el tejido musculo-esquelético.
La fisioterapia invasiva supone toda una renovación de los conceptos clásicos de la fisioterapia, creando una nueva fisioterapia que consigue mejores resultados en las lesiones más habituales en el ámbito laboral y deportivo, como las tendinitis y los desgarros musculares, evitando las cirugías. A diferencia de las técnicas tradicionales, la aguja sirve de proyección de la mano del fisioterapeuta para causar un estímulo local sobre la zona dañada y una respuesta segmentaria asociada, con la ayuda normalmente de una ecografía que permite una mejor efectividad y la seguridad del procedimiento.
A continuación, vamos a ver las diferentes técnicas que componen la fisioterapia invasiva, centrándonos en la punción seca (la más utilizada por su sencillez y buenos resultados), la electrólisis percutánea intratisular (EPI) y neuromodulación.
La técnica de la punción seca o “dryneedling” se basa en introducir una aguja de acupuntura en el cuerpo sin introducir ningún tipo de sustancia, provocando un estímulo mecánico, entrando dentro de las técnicas de fisioterapia invasiva mediante agentes físicos. Se usa para el tratamiento del síndrome de dolor miofascial.
Dentro de la propia técnica de la punción seca podemos distinguir distintos procedimientos en función de la profundidad que se aplique con la aguja:
Consiste en introducir las agujas de acupuntura en la piel a un nivel subcutáneo, que es la zona que recubre el Punto Gatillo Miofascial (PGM). La aguja se puede introducir a una profundidad máxima de un centímetro y se mantiene durante unos 15 minutos. Durante este periodo se puede manipular y mover, en función del tejido va liberando la tensión. Se recomienda que el tratamiento conste de unas 9 sesiones en días alternos. Si después de acabar la tercera sesión, el paciente sigue sin tener una mejoría, habrá que pasar a un tratamiento con punción más profunda.
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Dentro de esta técnica podemos diferenciar a su vez otras dos: En la punción profunda el tratamiento se puede extender a durante 6 semanas, recibiendo una sesión semanal. Si al llegar a la tercera sesión, el paciente no muestra mejoría se debe interrumpir el tratamiento. También te puede interesar nuestro artículo sobre la fisioterapia deportiva.Punción profunda
Hay ciertos casos en los que no se recomienda la aplicación de la punción seca en personas:
Es una técnica creado por el español Jose Manuel Sánchez Ibáñez en el año 2.000, por lo que se trata de un método revolucionario que se usa para tratar las tendinitis, tendinitis crónicas, fibrosis musculares y ligamentosas.
Se trata de aplicar una corriente de alta intensidad sobre el tejido creando una respuesta inflamatoria local poniendo en marcha la fagocitosis y reparación. La técnica al tener contacto directo sobre la lesión, produce la regeneración del tejido y recuperación en un menor periodo y con una mayor garantía de buenos resultados.
Los efectos que genera sobre el cuerpo del paciente son: una disminución de citosinas inflamatorias, activación de proteínas regenerativas de los tendones y músculos, aumento del riego sanguíneo, se restablece del movimiento de los fluidos de la matriz extracelular, disminución de neurotransmisores nociceptivos y del dolor, estimulación de la síntesis de colágeno tipo I, aumento de la presión de oxígeno tisular y un restablecimiento de la homeostasis del tejido blando dañado.
Por todos estos efectos fisiológicos, se recomienda su aplicación sobre tendinopatías (supraespinoso, rotuliana, Aquiles), epitroleitis, epicondilitis, fascitis plantar, roturas musculares, síndrome del túnel carpiano, lesiones ligamentosa y tendinopatías de los tendones sinoviales.
La EPI se puede aplicar las veces que sea necesario en función de la lesión y a cualquier tipo de paciente adulto, siempre y cuando un profesional cualificado (fisioterapeuta) lo estime oportuno, teniendo en cuenta su historial clínico, después de realizar una buena evaluación y exploración.
La neuromodulación percutánea es una técnica invasiva, segura, efectiva y casi indolora. Es un método que trabaja mediante la estimulación nerviosa, útil para cualquier lesión del sistema musculo-esquelético. Entre ellas, las principales lesiones y patologías de la columna vertebral, hernias discales y ciáticas. Es ideal para el tratamiento de problemas neuromusculares y contracturas musculares.
Esta técnica consiste en la aplicar una corriente de baja frecuencia cerca del sistema nervioso periférico para incrementar o disminuir la excitabilidad de un grupo de neuronas, se estimula y resetea el impulso nervioso para el buen funcionamiento neuromuscular. El tratamiento se hace ecoguiado.
Conseguimos una disminución del dolor y una mejora en el control neuromotriz. Por lo tanto, es efectivo en casi cualquier lesión del sistema musculo-esquelético, y compatible con otros tratamientos de la fisioterapia invasiva como la punción seca o la electrólisis percutánea (EPI).