Traumatólogo en Málaga » Radiofrecuencia pulsada en el tobillo
Se trata de la Radiofrecuencia pulsada, una técnica sencilla que permite aliviar el dolor mediante la aplicación de corriente eléctrica en los nervios que recogen el dolor.
Consiste en introducir una aguja cerca de los nervios del tobillo que recogen el dolor para transmitirlo al cerebro. A través de esa aguja se aplica una corriente eléctrica discontinua, en pulsos, que hace que la temperatura alrededor del nervio ascienda hasta los 42ºC.
Con ello conseguimos que, sin dañar al nervio, se produzcan cambios reversibles en la pared del nervio que se traducen en disminuir su capacidad para transmitir el dolor. Este efecto se denomina neuromodulación.
Bajo una ligera sedación realizada por un anestesista localizamos, con ayuda de la ecografía, los nervios que recogen el dolor del tobillo, que son habitualmente dos nervios. Tras situar la aguja en las cercanías del nervio se introduce un electrodo dentro de la aguja y se transmite la corriente eléctrica pulsada durante 90 segundos, tiempo en el que se mantiene la temperatura de la zona a 42ºC.
Como el paciente está bajo los efectos de la sedación no siente molestia alguna. Al finalizar inyectamos, a través de la aguja, una solución de anestésico local y un corticoide para disminuir la inflamación.
El procedimiento dura 30 minutos y el paciente se marcha a casa caminando con total normalidad.
Con la RFP no curamos la causa del dolor, pues habitualmente no tiene cura al tratarse de artrosis degenerativa avanzada, lo que disminuimos es la capacidad del transmisión del dolor desde el tobillo hasta el cerebro. Disminuye la sensación de dolor.
Conseguimos poder caminar sin dolor, tener más capacidad de movimiento y disminuir el dolor en reposo
La RFP es un tratamiento paliativo contra el dolor, que se emplea en aquellos casos en los que ya se han agotado todas las posibilidades no quirúrgicas de tratamiento. Eliminar el dolor y aumentar la movilidad no empeorarán la artrosis, que ya está de por sí bastante avanzada, por eso se realiza un tratamiento con RFP. Si existe cualquier tratamiento que pueda mejorar o retrasar la evolución de la artrosis de tobillo se debe emplear antes de la radiofrecuencia.
Los riesgos son escasos. Son sobre todo molestias pasajeras en el sitio de la punción que desaparecen en pocos días. Ocasionalmente puede aparecer adormecimiento en alguna zona de la piel que suele desaparecer en pocos días.
Habitualmente con una sesión suele ser suficiente para conseguir el suficiente alivio del dolor. Si no fuera suficiente se puede repetir el tratamiento a las tres semanas.
La mejoría del dolor se nota a los pocos días del tratamiento y habitualmente los resultados se mantienen entre 6 y 9 meses que es el tiempo que tarda el nervio en regenerarse de nuevo