El síndrome compartimental es una afección poco común, pero especialmente grave, sobre todo si es aguda. Puede tener fatales resoluciones como por ejemplo la pérdida de una extremidad, ya que los músculos de la extremidad dañada pueden llegar a acortarse permanentemente.
Normalmente, esta patología suele afectar más frecuentemente en el antebrazo y la parte interior de la pierna. Siendo igual de susceptibles a padecerlas las manos, los pies, los muslos y la parte superior del brazo.
¿Qué es el síndrome compartimental?
Podríamos describir al síndrome compartimental como una dolencia seria que aumenta la presión en el espacio existente alrededor de determinados músculos, lo que también se denomina compartimento muscular de la fascia. Es decir, aparece cuando los músculos lesionados se llegan a hinchar hasta el punto de cortar el suministro de sangre. Esta enfermedad puede dañar severamente los músculos y los nervios, además de derivar en problemas del flujo sanguíneo.
¿Qué lo provoca?
Algunos músculos, como por ejemplo el de las piernas y los brazos, están recubiertos de un tejido fibroso denominado fascia. Este revestimiento de los músculos posee dentro un espacio confinado que se conoce como compartimento, en el cual hallamos los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido muscular. Para entenderlo mejor: la fascia envuelve estas estructuras de forma muy parecida a los cables que están recubiertos por un material aislante.
La fascia no puede expandirse cuando se produce una inflamación tras una lesión en los huesos o músculos, puesto que no hay espacio suficiente en el compartimento para que la hinchazón se pueda expandir, la presión aumenta oprimiendo los músculos, los nervios y los vasos sanguíneos. Por lo tanto, la sangre tampoco puede llegar para proporcionarle oxígeno y si la zona queda privada demasiado tiempo de oxígeno, la lesión se eleva al igual que la presión. Al permanecer así durante un tiempo (que pueden ser unas horas), los músculos de esa área específica empiezan a morir, causando que dicha extremidad no vuelva a funcionar nunca más. Lo más probable es que sea necesario emplear la cirugía, así como la amputación en casos más severos para poder poner solución al problema.
Existen dos tipos de síndrome compartimental y se diferencian entre ellos según si se trata de la patología aguda o crónica.
Síndrome compartimental agudo
Esta modalidad es la que requiere un especial cuidado, pues se trata de la más grave. Estamos hablando de un tipos de síndrome compartimental en el que las secuelas son mayores, lo que complica más su resolución. Por suerte, es bastante menos común que la modalidad crónica. Puede presentarse a cualquier edad e independientemente del sexo, asimismo en miembros superiores e inferiores.
Este tipo de patología puede ser ocasionada por diversas causas, entre ellas destacan las siguientes:
- Una fractura ósea, con más ahínco en las extremidades inferiores.
- Un traumatismo a raíz de un aplastamiento o una cirugía.
- Un músculo con demasiados hematomas.
- Una torcedura muy severa y grave.
Hay otras razones menos frecuentes, pero que vale la pena recalcar:
- Un vendaje o yeso que esté excesivamente apretado.
- Una pérdida severa del suministro sanguíneo causada por un torniquete o una mala colocación durante una cirugía.
- Una picadura o mordedura de serpiente.
- Un sobre esfuerzo muy intenso.
- Una sobredosis de heroína o cocaína.
Síndrome compartimental crónico
En este caso, estamos hablando de una modalidad no tan severa y más común. La afección se produce en los compartimentos, no obstante y a diferencia del anterior tipos, de manera transitoria. Es decir, se trata de una patología menos limitada y que no acarrea consecuencias fatales como la pérdida de extremidades o de la funcionalidad de las mismas. Las causas más comunes son la repetición de actividades físicas y la presión se incrementa únicamente durante la realización de las mismas, disminuyendo una vez se ha terminado. Aún así, el dolor puede llegar a limitar la resistencia, así como la actividad.
Fundamentalmente, es común que aparezca en las extremidades inferiores. Es una dolencia que se asocia muy a menudo con los corredores, sobre todo con los grandes atletas, ya que durante las carreras las piernas han de soportar el impacto de las zancadas grandes, creando micro traumatismos constantes reiteradamente.
Síntomas
Los síntomas del síndrome compartimental no son detectables fácilmente. Sin embargo, dichos síntomas pueden agravarse mucho al cabo de unas horas.
Descubre los principales síntomas a continuación:
- Primero, aparece un dolor intenso que ni los analgésicos puede llegar a calmar.
- Seguidamente, el trastorno empeora y disminuye la sensibilidad de la extremidad afectada, así como el entumecimiento, el hormigueo y la debilidad de la zona.
- La hinchazón incapacita el movimiento de la parte dañada y la piel se empalidece, además de enfriarse. En otras palabras, el peligro de la infección se eleva considerablemente.
¿Qué tratamiento hay que seguir?
Para empezar, se deberá acudir a un centro especializado para determinar que se trata del síndrome compartimental, es decir, habrá que hacer una evaluación médica. Según el diagnóstico de la extremidad afectada, el doctor procederá con el tratamiento adecuado.
La manera de proceder cuando se sabe con certeza que se trata de esta patología en concreto, es la siguiente:
- Se eliminará de inmediato cualquier elemento que pueda comprimir la extremidad dañada.
- Si el especialista médico lo cree necesario, se abrirá con cirugía el compartimento afectado. Esta incisión de urgencia en la fascia, liberará la presión y permitirá que el riego sanguíneo llegue a los músculos.
- En un caso extremo de haberse necrosado los tejidos de la extremidad, probablemente habrá que amputar.
Sin un tratamiento, el síndrome compartimental puede agravarse de manera muy severa y llegar a causar infecciones potencialmente mortales. Por ello, si cree que puede padecer de esta patología o tiene síntomas parecidos a los citados anteriormente, no espere más y póngase en contacto con nuestros traumatólogos expertos en nuestro portal. Recuerde que la salud es lo más importante para poder vivir. Evite tener que pasar por el quirófano o llegar a casos más extremos como la pérdida de una extremidad. ¡Ponga fin a su problema con la ayuda de nuestros especialistas!