«Actualmente la práctica totalidad de las patologías del hombro se pueden tratar mediante artroscopia de hombro, lo que ha supuesto una verdadera revolución al acortarse enormemente el periodo de recuperación»
Qué patologías se pueden tratar mediante una artroscopia de hombro
Con una artroscopia de hombro se pueden tratar actualmente la inmensa mayoría de las lesiones que afectan a la articulación del hombro, y presenta la ventaja frente a la cirugía abierta clásica de tener una recuperación mucho más rápida, al ser mucho menos agresiva. Se desarrolla bajo anestesia general, y su duración oscila entre 30 minutos y dos horas, en función a la patología a tratar.
Las patologías más frecuentemente tratadas en el hombro mediante artroscopia son:
Cómo es la recuperación tras una artroscopia de hombro
La estancia hospitalaria para una artroscopia de hombro suele ser de un día. El hombro suele hincharse bastante por la retención del líquido con el que se distiende la articulación, pero esta hinchazón desaparece en pocas horas, originando tan solo un dolor ligero fácilmente controlable con los analgésicos. Se abandona el hospital con el brazo en cabestrillo, que se mantendrá durante una semana.
Si no había lesión de los tendones del manguito rotador o lesiones de la cápsula o del labrum que requieran reparación, a la semana se inicia la fisioterapia, que suele prolongarse durante 4 a 6 semanas, siendo el periodo total de recuperación de 2 meses aproximadamente.
En los casos en los que hemos tenido que reparar una rotura tendinosa o en una inestabilidad, el cabestrillo se mantendrá entre 3 y 6 semanas, que es el tiempo necesario para la cicatrización de los tejidos reparados. A continuación suele ser necesario una fisioterapia progresiva que suele durar entre 2 y 3 meses, de tal forma que el período de recuperación de estas lesiones oscila entre 4 y 6 meses para reiniciar la actividad deportiva.