El doctor Vicente de la Varga ha publicado un artículo en Topdoctors contando la relación entre el entrenamiento de fuerza y el envejecimiento. A continuación, os dejamos con el artículo y el original lo podéis leer en TopDoctors.
«Clásicamente se ha aceptado que el entrenamiento cardiovascular aeróbico, de resistencia, era el más indicado para garantizarnos un envejecimiento saludable. Y es cierto que el entrenamiento de resistencia es el que más ayuda a controlar el acúmulo de la grasa corporal total e intrabdominal, y a disminuir las pulsaciones en reposo, ambos considerados como importantes factores de riesgo coronario. Sin embargo, en los últimos años los científicos han enfatizado la importancia del entrenamiento de fuerza, desde tempranas edades, en la prevención de enfermedades, y en el disfrute de un envejecimiento sano.
¿Por qué y cómo ayuda la fuerza muscular en el proceso de envejecimiento?
Se ha demostrado una relación inversa e independiente entre la fuerza muscular y todas las causas de mortalidad más frecuentes: el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Cuanta mayor fuerza muscular menor es el riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer o de sufrir un infarto o un ictus, independientemente del nivel de entrenamiento de resistencia o del nivel de actividad física.
Uno de los motivos conocidos de esta relación inversa es que el entrenamiento de fuerza alarga los telómeros celulares. Los telómeros son unas secuencias de ADN situados en los extremos de los cromosomas. Cuando las células se dividen con el tiempo, los telómeros se acortan, y su longitud parece relacionarse con el envejecimiento celular.
Recientes estudios destacan el factor protector del incremento de la fuerza muscular frente a la hipertensión arterial, y el contrapeso frente los factores de riesgo cardiovasculares clásicos (colesterol alto, obesidad, diabetes y sedentarismo).
¿Qué beneficios aporta el ejercicio de fuerza a nuestra salud?
Los especialistas en Traumatología explican que, entre los beneficios para nuestra salud del entrenamiento de fuerza, destacan: un descenso de la grasa abdominal y total, disminución de los factores de riesgo cardiovascular, protección frente a la hipertensión arterial, disminución de la resistencia a la insulina (previniendo la aparición de diabetes), y atenuación de las proteínas pro inflamatorias, causantes de numerosas enfermedades inflamatorias crónicas.
El entrenamiento de fuerza, al ser un factor protector contra a la mayoría de los factores de riesgo de muerte por enfermedad y ser, por tanto, un pilar básico para un envejecimiento saludable, debería ser potenciado por todos los estamentos sanitarios y deportivos.»