En el artículo de esta semana profundizaremos en los tipos de lesiones de tendones que suelen sufrir los deportistas. Los tendones pueden lesionarse o resultar afectados cuando se exponen a esfuerzos bruscos, traumatismos directos, sobreuso e incluso el exceso de entrenamiento cuando no están preparado para ello. Las lesiones tendinosas pueden ser, de manera general, de cuatro tipos: rotura del tendón, tendinitis, tendinosis o tenosinovitis. A continuación, lo vemos con más detalle.
Qué son los tendones
Los tendones son estructuras fibrosas que conectan los músculos con los huesos, permitiendo que los músculos generen movimiento y que el esqueleto se mueva de forma coordinada. Debido a su papel fundamental en el sistema musculoesquelético, las lesiones de tendones pueden ser muy incapacitantes y limitar la movilidad y la calidad de vida de las personas afectadas.
Causas de las lesiones de tendones
Las lesiones de tendones pueden producirse por diversas causas, como traumatismos directos, esfuerzos repetitivos, desgaste por el envejecimiento o enfermedades inflamatorias crónicas como la tendinitis. A continuación, se describen algunas de las lesiones de tendones más comunes.
- Tendinitis: Es una inflamación del tendón que se produce por el uso excesivo de un músculo o una articulación, o por un traumatismo directo. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y sensibilidad en la zona afectada.
- Tendinosis: Es una degeneración del tejido del tendón que se produce por el uso excesivo crónico, el envejecimiento o una mala vascularización de la zona. Los síntomas incluyen dolor y rigidez, y pueden producirse pequeñas roturas del tejido.
- Rotura de tendón: Es una lesión en la que se produce la rotura completa o parcial del tendón, por un traumatismo directo o por un esfuerzo brusco y violento. Los síntomas incluyen dolor intenso, inflamación y dificultad para mover la articulación afectada.
- Tenosinovitis: Es una inflamación de la vaina que recubre el tendón, que puede producirse por traumatismos, esfuerzos repetitivos o infecciones. Los síntomas incluyen dolor, inflamación y dificultad para mover la articulación afectada.
Tratamiento de las lesiones de tendones
El tratamiento de las lesiones de tendones dependerá de la gravedad de la lesión y de la zona afectada. En casos leves, puede ser suficiente el reposo y la aplicación de hielo y calor en la zona afectada, junto con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular. En casos más graves, puede ser necesario el uso de medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia, inmovilización de la zona afectada o incluso la cirugía.
Para prevenir las lesiones de tendones, es recomendable realizar ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de realizar actividades físicas intensas, evitar los esfuerzos repetitivos en la misma zona, y mantener una buena alimentación y un estilo de vida saludable para prevenir el envejecimiento precoz del tejido del tendón.
En resumen, las lesiones de tendones pueden ser muy incapacitantes y limitar la movilidad y la calidad de vida de las personas afectadas. Es importante conocer los síntomas y las causas de estas lesiones, y tomar medidas preventivas para evitar su aparición y tratamiento temprano si se presentan.
