¿Sabes qué es la calcificación tendinosa? Quizás hayas podido oír hablar de la calcificación tendinosa, pero desconoces por qué se produce la calcificación en el tendón, sus síntomas y cómo podemos conseguir tratarlos. Te invitamos a seguir leyendo para descubrir, en este artículo, toda la información sobre la calcificación tendinosa.
¿Qué es la calcificación tendinosa?
La calcificación tendinosa es un proceso que genera un depósito de calcio intratendinoso sobre un tendón del manguito rotador. Podríamos decir, que es un proceso similar a la formación del hueso pero en un lugar donde no es correcta la formación de hueso.
Este proceso ocurre cuando cualquier tejido se lesiona, nuestro cuerpo produce inmediatamente una inflamación. El objetivo de la inflamación es limpiar la zona de los tejidos lesionados y promover que otras células puedan crear tejido nuevo.
El problema es que cuando un tejido se lesiona repetidas veces las células se desorganizan y no logran ni limpiar la zona ni establecer el nuevo tejido correctamente. De esta manera los tejidos que sustituyen al tejido lesionado son tejidos duros que no poseen buena resistencia y pueden lesionarse de nuevo.
El cuerpo una vez más responde y empieza a depositar cristales de hidroxipatita. Cuando se crean muchos de estos cristales se termina formando un hueso, y este proceso es llamado calcificación.
Las causas de la calcificación tendinosa
Las causas de la calcificación tendinosa o el depósito de cristales cálcicos en el tendón, puede deberse a:
- Microtraumatismos y sobrecargas mecánicas
La actividad continua genera pequeñas lesiones que de manera individual no provocarían ninguna deformidad permanente. Hablamos de un problema cuando se presenta varias o muchas lesiones pequeñas, prolongándose en el tiempo. Ocurre que el propio cuerpo busca continuamente sustituir los tejidos lesionados por tejidos más resistentes, por lo que fibrosan y se depositan los cristales de calcio.
- Envejecimiento de los tejidos con disminución del riego sanguíneo
Las paredes de los capilares se engrosan con la edad por lo que el intercambio de oxigeno es menor, y en consecuencia las células dejan de funcionar correctamente. Al igual que con los tejidos, si no reciben suficiente oxígeno entonces son sustituidos por fibrosis e igualmente se depositan los cristales de calcio.
- Mala alimentación
Hay alimentos que producen el exceso de cristales de calcio en el organismo. Los cristales no se metabolizan por lo que suelen precipitarse a una serie de órganos con mayor facilidad.
- Mal funcionamiento orgánico
Si un órgano que se encarga de administrar las sales de calcio como ocurre en el caso de el riñón se viera afectado por una enfermedad, el cuerpo ni podría desechar las sales y se acumularía en los segmentos corporales. Hay que tener en cuenta que una mala alimentación o alguna alteración emocional genera disfunciones en órganos como el hígado o el estómago; y luego ésta se somatiza en diferentes partes del sistema músculo-esquelético.
- Causas genéticas
Algunas personas tienen una tendencia a desarrollar calcificaciones de manera natural, debido a la herencia.
Calcificaciones más comunes en el cuerpo
Las calcificaciones pueden ocurrir en cualquiera de los tendones de los músculos de nuestro cuerpo. Pero afectan con mayor frecuencia al tendón supraespinoso del hombro, al tendón de Aquiles y el codo asociada a la epicondilitis.
Calcificación del manguito rotador
Las calcificaciones del manguito rotador en el hombro son de las más frecuentes, dolorosas e incapacitantes. Desde hace un tiempo la solución más utilizada era la cirugía artroscópica. Pero actualmente la evacuación guiada nos evita pasar por el quirófano.
La función del manguito rotador es una estructura musculotendinosa localizada en el hombro, su función es la de dar estabilidad al mismo durante los movimientos. Los músculos que forman al manguito rotador son el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor, e subescapular y la porción larga del bíceps. La calcificación se encuentra en la inserción en el húmero. Un síntoma característico para prevenir dicha lesión es la afección previa por una tendinitis. Es decir, antes de calcificarse pasa por ser una tendinitis, y esta tendinitis puede ser producto de disfunciones en el hígado (en el caso de que se produzca en el hombro derecho) o de estómago (en el caso de que se produzca en el hombro izquierdo).
La calcificación de manguito rotador es una lesión que afecta a los tendones encargados de estabilizar y centrar la articulación del hombro para su correcto funcionamiento. Se desconoce porqué de los acúmulos de calcio en estos tendones, aunque se piensa que puede deberse a sobreesfuerzos. El 10% de la población se ve afectada por dichas lesiones.
Diagnóstico de la calcificación tendinosa
El dolor al realizar ciertos movimientos o presionar la zona del tendón. Tras la exploración, el traumatólogo solicitara una radiografia para determinar si existe una calcificación. En una radiografía se aprecia en el tejido el contraste de la densidad de los tejidos del tendón calcificado.
Tratamiento para las calcificaciones tendinosas
El mejor tratamiento para las calcificaciones tendinosas es la extirpación de la calcificación. Puedes intentar el apoyo de la fisioterapia pero lo que realmente te ayudara será quitar la calcificación y moverla del espacio que ocupa. A continuación te damos las soluciones más útiles para dar solución a las calcificaciones tendinosas:
1.- Artroscopia. Es una solución cierta pero quizás un poco desmedida. Es una opción que podríamos utilizar en caso que la calcificación se vuelve complicada o la vida del paciente este siendo severamente comprometida por la dolencia.
2.- Ondas de choque. Se obtienen mejores resultados en las calcificaciones duras y la desventaja de este tratamiento es que rompe pero no quita.
3.- Lavado y aspiración. La terapia se realiza lavando el depósito de calcio con técnicas específicas, introduciendo una fina aguja hasta el sitio de la calcificación, con ayudas de las imágenes ecográficas. El procedimiento no es doloroso ya que se realiza bajo anestesia local. Es una terapia mínimamente invasiva, efectiva y permite evitar en muchos casos una intervención quirúrgica. Es un tratamiento ambulatorio, de 20 minutos de duración y sin necesidad de fisioterapia posterior.