La fractura de cadera suele darse en personas de edad avanzada, siendo una lesión grave con posibles complicaciones a largo plazo. El riesgo aumenta con la edad, debido a la debilidad de los huesos (osteoporosis). La fractura de cadera es una de las complicaciones más graves derivada de la osteoporosis, afectando a más de 170.000 personas en España.
La debilidad de los huesos, el uso de múltiples medicamentos, y factores que influyen en las caídas, como la visión deficiente y los problemas de equilibrio también hacen que las personas mayores sean más propensas a tropezar y caer.
Cuando hemos sufrido una fractura es muy importante recibir atención inmediata para reparar o reemplazar mediante cirugía, después tendremos que trabajar con un fisioterapeuta para los meses de recuperación. Hay que intervenir en dos de los factores más importantes, la caída y una menor cantidad y calidad del hueso para evitar la aparición de fracturas y añadir soluciones terapéuticas para incrementar la masa ósea
Tipos de fractura de cadera
Las fracturas en la cadera las vamos a clasificar según la zona afectada, es decir la localización:
- Fracturas intertrocantéreas: Situadas entre el trocánter mayor y menor, son las más frecuentes del fémur proximal y suelen ocurrir en personas de mayor edad por lo que, asociado a las enfermedades concomitantes, tienen alta morbi-mortalidad. Un tratamiento quirúrgico precoz tiene en general buenos resultados.
- Fracturas del cuello femoral: Son causadas por caídas en personas mayores con huesos osteoporóticos o fracturas en huesos patológicos, como por ejemplo, en tumores. Las fracturas de cuello femoral son fracturas intracapsulares que comprometen la irrigación de la cabeza femoral y su viabilidad va a depender del grado de desplazamiento de los fragmentos, por lo tanto mientras más desplazados, mayor riesgo de necrosis.
- Fracturas de cabeza femoral: Las fracturas de cabeza femoral suelen asociarse a luxación de la cadera, fractura de cuello, pero hay que tener presente que junto con esta fractura puede haber compromiso de otro segmento u órgano del organismo.
- Fracturas subtrocantéreas: Se asocian a pacientes más jovenes. El problema que tienen es que esta zona tiende a tener un retraso en su consolidación, por lo tanto genera cierta dificultad en la forma de evaluar el tratamiento y con alguna frecuencia van a evolucionar al retardo de consolidación o a la pseudoartrosis.
Síntomas de una fractura de cadera
Los signos y síntomas de una fractura son los siguientes:
- Incapacidad para moverse.
- Dolor fuerte en la cadera o en la ingle.
- Incapacidad para cargar peso sobre la pierna del lado de la cadera lesionada.
- Rigidez, hematomas e hinchazón.
- Pierna más corta del lado de la cadera lesionada.
Causas de la fractura
Cualquier caída o accidente puede provocar una fractura en personas de todas las edades. En personas mayores las fracturas de cadera pueden ocurrir como consecuencia de una caída estando de pie. En personas con huesos débiles, la fractura de cadera se produciría simplemente al girar estando de pie.
Factores de riesgo de una fractura de cadera
El factor de riesgo más destacado en las fracturas en la cadera es la edad. Pero existen diversos factores:
- Disminución de la densidad ósea y de la masa muscular
- Problemas de vista.
- Perdida de equilibrio.
- El 70% de las fracturas se produce en mujeres. Las densidad ósea de las mujeres disminuye más rápido que la de los hombres, debido a la caída de los niveles de estrógeno en la menopausia.
- Trastornos crónicas. Los trastornos endocrinos,pueden desarrollar huesos mas frágiles al tener una tiroides hiperactiva; Los trastornos intestinales, que pueden reducir la absorción de vitamina D y de calcio; y El deterioro cognitivo aumenta la posibilidad de caídas.
- Algunos medicamentos. Los medicamentos con cortisona, pueden debilitar los huesos si los tomas de manera prolongada.
- Problemas de nutrición. La falta de calcio y de vitamina D en tu dieta cuando eres joven disminuye tu pico de masa ósea.
- Falta de ejercicio físico. El ejercicio físico ayuda a fortalecer los huesos y los músculos, lo que disminuye la probabilidad de caídas y fracturas.
- Consumo de tabaco y de alcohol. Ambos pueden afectar los procesos normales de construcción y de mantenimiento de los huesos, por lo que disminuye la capacidad ósea.
Diagnóstico de una fractura de cadera
Al asistir al traumatólogo, los síntomas y la posición anormal de la cadera y la pierna determinaran la fractura. Generalmente, tu médico pedirá una una radiografía para confirmar la fractura y localizar la zona afectada.
Si al realizar la radiografía no se encontrara ninguna fractura, pero mantuvieras el dolor de cadera, tu médico puede solicitar una resonancia magnética o una gammagrafía ósea para buscar una fractura fina pequeña.
La mayoría de las fracturas se produce en el cuello del fémur y la región intertrocantérea.
Tratamiento de la fractura
Para el tratamiento de la fractura se suele recomendar la combinación de cirugía, rehabilitación y medicamentos.
Cirugía: la intervención depende de la ubicación, la gravedad de la fractura, si existe una fractura desplazada, la edad y de posibles enfermedades no diagnosticadas. Algunas de las opciones son:
- Reparación interna con tornillos. Los tornillos de metal se introducen en el hueso para conseguir unirlo mientras se cura la fractura.
- Reemplazo parcial de cadera. Si los extremos del hueso roto están desplazados o dañados, el cirujano puede extraer la cabeza y el cuello del fémur y colocar una prótesis.
- Reemplazo total de cadera. La parte superior del fémur y la cavidad en el hueso pélvico se reemplazan con prótesis.
El médico puede recomendar un reemplazo parcial o total de cadera dependiendo de si el suministro de sangre a la cabeza femoral de la cadera se vio afectada durante la fractura. Este tipo de lesión, suele ocurrir con más frecuencia en las personas mayores con fracturas de cuello femoral, lo cual significa que el hueso tiene menos posibilidades de curarse bien.
Rehabilitación de una fractura de la cadera
Después de la cirugía, te aconsejaran moverte desde el primer día y seguir unas pautas con el fisioterapeuta, que se centrara en realizar una serie de ejercicios de amplitud de movimiento y fortalecimiento. La recuperación dependerá del tipo de cirugía que hayas tenido y de la ayuda que puedas tener en casa para realizar los ejercicios diarios de manera adecuada.