¿Sabías que las lesiones de ligamento cruzado anterior (LCA) son una de las lesiones más frecuentes en mujeres que practican deporte? Las mujeres que realizan deportes de contacto tienen, entre 2 y 8 veces más roturas de LCA que los hombres que practican los mismos deportes. Se relaciona con deportes en los que hay grandes cambios de ritmo y dirección como son el fútbol, el baloncesto o el skí. En general, la ruptura del ligamento cruzado en mujeres es una de las lesiones más comunes en la práctica de actividades deportivas. No dejes de leer el artículo de hoy, donde profundizaremos en las causas, factores de riesgo y tratamiento del ligamento cruzado anterior.
Qué es el ligamento cruzado anterior
Los ligamentos son bandas anchas de tejido que conectan un hueso con otro. El ligamento cruzado anterior, es uno de los dos ligamentos que cruza por el medio de la rodilla, y conecta el hueso del muslo (fémur) con el hueso de la espinilla (tibia) y su función es estabilizar la articulación de la rodilla.
Cabe destacar que, a pesar de los avances en el tratamiento y rehabilitación de la lesión del ligamento cruzado anterior, las personas que lo padecen continúan teniendo una mala calidad de vida a largo plazo. Por lo que, es importante conocer los factores de riesgo que predisponen a la ruptura de LCA para intervenir con medidas de prevención.
Factores de riesgo del ligamento cruzado en mujeres
Los factores de riesgo que predisponen a sufrir una ruptura del LCA se han clasificado en: ambientales, anatómicos, hormonales y biomecánicos.
Factores ambientales
Se observa una relación entre la fricción que puede generar la superficie en la que se practica un deporte y las lesiones del LCA sin contacto. Influye la fricción entre los materiales, la temperatura de las superficies y el diseño de las suelas.
Factores anatómicos
Las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres puede ser un factor determinante que influya en el incremento del riesgo de lesión del LCA.
Factores biomecánicos
Se estudió la actividad muscular durante el ejercicio de correr y detenerse de forma rápida, y se demostró que existe un retraso en la activación de los isquiotibiales en relación al cuádriceps, provocando mayores traslaciones anteriores de la tibia y valgo en las rodillas, incrementando el estrés del LCA.
Síntomas del ligamento cruzado anterior
Los signos y síntomas de una lesión del ligamento cruzado anterior pueden ser:
- Sensación de chasquido en la rodilla
- Dolor intenso
- Incapacidad para continuar una actividad
- Hinchazón
- Movilidad limitada
Causas del ligamento cruzado anterior
Como hemos mencionado, la mayoría de las lesiones del ligamento cruzado anterior son debidas a la práctica de deportes o movimientos que ejercen presión en la rodilla. Algunas de las actividades físicas que pueden ocasionar daños en el LCA son:
- Reducir la velocidad y cambiar de dirección de manera brusca;
- Girar con el pie apoyado;
- Caer de un salto de manera incorrecta;
- Detenerse de manera repentina;
- Recibir un golpe directo en la rodilla.
Prevención del ligamento cruzado anterior
La gravedad de una lesión del ligamento cruzado anterior depende de los métodos de prevención que ponemos en práctica. Un entrenamiento y ejercicios adecuados ayudan a reducir el riesgo de sufrir una lesión del ligamento cruzado anterior. Un especialista en fisioterapia, traumatología o especialista en medicina deportiva puede evaluar y enseñarte los cuidado necesarios para protegerte de dicha lesión. Las pautas para reducir las lesiones del ligamento cruzado anterior se basan en los siguientes tipos de programas:
- Ejercicios que fortalecen los músculos de las piernas, sobre todo los que se centran en aquellos los isquiotibiales, para garantizar un equilibrio general en la fuerza muscular de las piernas;
- Ejercicios que fortalecen el centro del cuerpo como son las caderas, la pelvis y la parte inferior del abdomen;
- Entrenamiento y ejercicios para realizar las técnicas y posiciones de manera correcta. Es muy importante saber saltar y caer de manera adecuada, manteniendo la posición de la rodilla sin dañarlas.
- Entrenamiento para mejorar las técnicas de giros y de movimientos bruscos
Diagnóstico del ligamento cruzado anterior
El médico te realizará una exploración física para examinar la rodilla y determinar si hay inflamación. De esta manera podrá evaluar la amplitud de movimiento y el funcionamiento general de la articulación. Generalmente, el diagnóstico puede determinarse a partir de la exploración física, pero puede ser que el médico requiera alguna prueba para descartar otras causas y determinar la gravedad de la lesión. Algunas de estas pruebas son:
- Radiografías.
- Imágenes por resonancia magnética (RM).
- Ecografía.
Tratamiento del ligamento cruzado anterior
Llevar a cabo un tratamiento convencional después de un lesión de rodilla puede ayudar a reducir los síntomas de dolor y la hinchazón. Las pautas que recomendamos seguir en casa son:
- Descanso. El descanso general es muy necesario para limitar el peso que soporta la rodilla.
- Aplica frío sobre la rodilla cada dos horas, durante 20 minutos cada vez.
- Compresión. Se aconseja poner un vendaje elástico o un envoltorio de compresión para proteger la rodilla.
- Elevación. Mantener en alto la rodilla.
Rehabilitación del ligamento cruzado anterior
La rehabilitación del LCA es larga y duradera. Es una de las lesiones más temidas por los deportista, ya que los obliga a estar fuera de los terrenos de juego como mínimo de 6 meses a 10 meses aproximadamente. Te recomendamos comenzar con la rehabilitación cuanto antes y seguir los pasos que te marca tu médico.