¿Qué es la luxación de tobillo?
Una luxación de tobillo, se refiere al daño que se produce en la articulación del tobillo, se produce cuando se separan las dos superficies articulares del tobillo; en el caso de la luxación de tobillo el daño ocurre cuando el astrágalo (junto al resto del pie) se “sale” y deja de estar en contacto con la superficie de la tibia-peroné. Esto supone la rotura completa de los ligamentos que mantienen la articulación en su lugar, y hace que los huesos “se salgan”. Cuando una persona sufre una luxación de tobillo observa en la zona una deformidad importante.
Causas de la luxación de tobillo
La luxación de tobillo se puede producir por diferentes motivos como:
- Luxación de tobillo por traumatismos: ocurren por lesiones deportivas o por accidentes que provocan la separación de la articulación. Esta es la causa más común de luxaciones de tobillo
- Luxación de tobillo por tracción muscular: es consecuencia de movimientos inadecuados, bruscos, violentos o involuntarios
- Luxación de tobillo de forma espontánea: se debe a la debilidad articular y ósea, especialmente en pacientes con enfermedades que debilitan la consistencia de los huesos y articulaciones
- Luxación de tobillo de causa congénita: estas se producen en la época fetal o por alteraciones de nacimiento de la elasticidad articular
- Luxación de tobillo reincidente o recidivante: cuando no se trata de manera adecuada y se tiene una mala curación, persiste la rotura de ligamentos y la luxación aparece ante cualquier traumatismo
Por otro lado, es muy importante tener en cuenta la forma en la que se presenta la luxación de tobillo. Esta puede ser:
- Cuando se presenta pérdida total del cartílago articular y los componentes de la articulación están totalmente separados.
- Si además de la luxación de tobillo también hay una herida en la piel.
- Cuando no hay rupturas en la piel.
Según el tiempo de evolución, el traumatismo se puede clasificar en:
- Al momento inmediato de haberse producido.
- Cuando tienen menos de 3 semanas de evolución.
- En los demás casos.
¿Cómo saber que sufrimos una luxación de tobillo?
En una luxación de tobillo los síntomas que pueden presentarse pueden estar caracterizados por:
- Dolor intenso que aumenta al mover el tobillo
- Deformidad de la articulación
- Incapacidad de movimiento
- Hinchazón o inflamación
- En algunos casos, sangre dentro de la cavidad articular
En CAMDE, ante estos síntomas, recomendamos acudir a un centro médico de urgencia, para recibir una atención y tratamiento específico.
Diagnóstico de la luxación de tobillo
El médico especialista en traumatismos comenzará a explorar la zona lesionada. Despúes, hará una palpación suave para determinar cuáles son los puntos de máximo dolor y establecer si hay desplazamiento de fragmentos.
Durante la exploración, el médico intentará mover el pie en diferentes direcciones para formarse una idea previa de la naturaleza de la luxación de tobillo. Lo más probable es que el especialista aconseje realizar una radiografía y, de ser necesario, un TAC. De esta manera, conseguiremos establecer un diagnóstico concretando cuál es el tipo de lesión.
Tratamiento
La luxación de tobillo pueden ser tratadas de diversas maneras, dependiendo de la gravedad de la lesión:
- Maniobra para reducir la luxación y devolver al hueso a su posición natural.
- Inmovilizar la articulación dañada.
- Cirugía en casos más graves.
- Terapia física para recuperar el movimiento completo de la articulación lesionada.
La luxación de tobillo es una afección que puede dar origen a diversas complicaciones. Las más frecuentes son el desgarramiento de los músculos, tendones y/o ligamentos que sustentan la articulación. Además, puede haber daño nervioso en los vasos sanguíneos adyacentes.
Pautas para prevenir la luxación de tobillo
Existen varias pautas para prevenir la luxación de tobillo; si quieres evitar este tipo de lesiones, existen opciones que puedes tener en cuenta a la hora de hacer deporte como al desplazarte. Algunas de las pautas a tener encuesta para prevenir la luxación de tobillo son:
- Haz un calentamiento antes de realizar cualquier actividad deportiva.
- Ejercítate regularmente, así aumentarás la flexibilidad de tus articulaciones y la resistencia de tus ligamentos.
- Fortalece la musculatura de los tobillos con ejercicios específicos.
- Protege tus tobillos al realizar deportes de contacto.
- Usa calzado cómodo y antideslizante.
- Evita caminar por terrenos resbalosos para prevenir caídas que puedan derivar en luxación.
