El síndrome femoropatelar, también conocido como condromalacia rotuliana, se trata de un dolor de la rodilla en la parte anterior, debido al rozamiento del cartílago que recubre la rótula contra el fémur y la tibia. Varios factores de riesgo contribuyen a su aparición y, si no son abordados de manera correcta, puede generar una cronicidad de la lesión.
Esta patología es muy frecuente en corredores y gente joven. Sin embargo, la incidencia y prevalencia es de 2 a 3 veces mayor en mujeres comparado con hombres. Este dato significativo se debe a las diferencias biomecánicas entre géneros.
Causas del síndrome femoropatelar
Son varios los factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a padecer este tipo de síndrome. Podemos dividirlos en diferentes secciones:
- Factores musculares:
- Debilidad del cuádriceps
- Retraso en la activación del vasto medial del cuádriceps
- Disfunción de la banda iliotibial
- Poca flexibilidad de cuádriceps, isquiotibiales y gemelos
- Debilidad de la musculatura de la cadera
- Factores biomecánicos:
- Excesiva rotación interna del fémur
- Excesiva pronación del pie
- Valgo de rodilla
- Ángulo Q (mayor en mujeres)
- Mala biomecánica de la marcha
- Factores asociados al entrenamiento:
- Calzado inadecuado
- Superficies de entrenamiento irregulares
- Corredores sin experiencia
- Mala gestión de la carga en los entrenamientos
- Poco tiempo de recuperación
Síntomas del dolor femoropatelar
El dolor femoropatelar aparece de manera insidiosa y suele ser descrito como un dolor difuso en la zona anterior de la rodilla, que se agrava con movimientos que provocan un aumento de tensión dentro de la articulación.
Gestos como bajar escaleras, correr, saltar, andar o incluso mantener la rodilla flexionada durante un periodo largo de tiempo pueden provocar un mayor compromiso del espacio articular y, por tanto, generar dolor.
Otro síntoma frecuentemente asociado puede ser la sensación subjetiva de hinchazón.
Diagnóstico del dolor femoropatelar
Para diagnosticar esta patología, se deben tener en cuenta tanto la historia clínica del paciente como la posterior exploración de la rodilla, además de realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías.
En primer lugar, hay que observar la alineación de la rótula en bipedestación, sedestación y decúbito supino y analizar el resto de los factores biomecánicos expuestos anteriormente con tests dinámicos.
Por otro lado, se debe realizar una valoración de la fuerza y activación muscular de la musculatura de la pierna y sería de gran ayuda realizar un análisis de la biomecánica de la marcha.
Diagnóstico diferencial con otras patologías:
- Tendinopatía rotuliana y cuadricipital
- Fractura de la rótula
- Bursitis prerrotuliana o infrarrotuliana
- Inflamación de la grasa de Hoffa
- Otras patologías pediátricas: Enfermedad de Osgood-Schlatter o Enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson
Tratamiento del síndrome femoropatelar
El tratamiento conservador es la mejor opción para la recuperación de esta patología. Sin embargo, el tratamiento quirúrgico estaría indicado solamente en aquellos casos con un importante desplazamiento de la rótula.
En una primera instancia, se realizará un tratamiento con agentes físicos con el fin de controlar el dolor del paciente e inducir la analgesia.
Una vez pasada la fase de aguda de dolor, empezaríamos con un tratamiento para reducir los factores de riesgo:
- Potenciar la musculatura del cuádriceps e isquiotibiales
- Potenciar musculatura de la cadera para evitar el valgo de rodilla
- Ejercicios de control motor
- Hacer uso del vendaje para una correcta alineación de la rótula
- Corregir aspectos de la biomecánica de la marcha
- Dosificar de manera correcta la carga de entrenamiento
Además, una valoración por parte del podólogo sería idónea con el objetivo de examinar si el uso de unas plantillas mejoraría la biomecánica del paciente y, por tanto, reduciría la probabilidad de recaída.