Todos los músculos del cuerpo humano cuentan con una inserción en el hueso, lo que les permite generar un movimiento específico al contraer sus fibras. La zona de inserción de un tendón, ligamento o fascia muscular a una superficie ósea se conoce como entesis.
Qué es la entesitis
La entesitis es un término que hace referencia a la inflamación de una o varias entesis, algo que puede suceder por diferentes patologías. Algunos estudios demuestran que esta inflamación es un signo cardinal de la espondiloartritis, aunque puede deberse a otras situaciones como el consumo de alguno fármacos.
Cuando la inflamación no se trata de forma correcta, puede ocurrir una calcificación en la zona y dañar la entesis de manera permanente, por lo que debemos tener cuidado.
La inflamación aparece posterior a la liberación de sustancias proinflamatorias de regiones próximas a la entesis. Dicha liberación ocurre por diversos estímulos como el sobreesfuerzo de la articulación o los movimientos repetitivos.
Principales síntomas
El principal síntoma referido por los pacientes con entesitis es el dolor en la zona afectada y que puede extenderse a lo largo de todo el hueso. La inflamación es más frecuente en la rodilla, el codo, el talón, la cadera y los dedos, por lo que el dolor suele aparecer en estas zonas.
Dicho dolor se caracteriza por su aparición aguda, con una intensidad muy variable, el cual aumenta con el movimiento de la articulación más cercana. No obstante, los pacientes con esta patología pueden presentar otros síntomas entre los cuales destacan los siguientes:
- Rigidez articular.
- Inflamación de la articulación.
- Enrojecimiento y aumento de la temperatura en la zona.
- Sensibilidad a la palpación.
Cuando la inflamación persiste durante mucho tiempo, puede acumularse calcio en el tendón afectado, conocida como calcificación tendinosa. Dicha acumulación generará la aparición de espinas o malformaciones óseas, las cuales pueden resultar dolorosas. Las malformaciones en cuestión pueden llegar a interferir con el movimiento normal de la articulación.
¿Qué puede causar la entesitis?
La entesitis aparece por la liberación de citocinas y otras sustancias proinflamatorias cerca de la entesis. La liberación de este tipo de sustancias puede tener diversos orígenes, desde un traumatismo directo en la región, hasta la realización de un movimiento repetitivo o lesiones deportivas.
Las personas con ciertas enfermedades reumáticas (como la artritis) pueden padecer con frecuencia entesitis. No obstante, esta no es la única causa, ya que el consumo de ciertos fármacos puede generar la aparición del problema.
- Artritis reumatoide, que es una enfermedad autoinmune en la que las articulaciones se ven afectadas, causando dolor, enrojecimiento, hinchazón, rigidez articular y dificultad para moverlas.
- Artritis psoriásica, en la cual hay rigidez en las articulaciones y dificultad para realizar movimientos.
- Espondilitis anquilosante, en la que las articulaciones de la columna tienden a unirse, causando dolor, pérdida de movilidad y menor flexibilidad en la columna.
- Gota, que es una enfermedad causada por el exceso de ácido úrico en la sangre, la cual puede generar dolor en las articulaciones, principalmente en el dedo del pie.
Diagnóstico y tratamiento
Los traumatólogos o reumatólogos son los especialistas más indicados para diagnosticar esta condición. El mismo se basará en la clínica presentada y en la evaluación física correspondiente, aunque en la mayoría de los casos es necesaria la realización de estudios imagenológicos para confirmar el diagnóstico.
El médico deberá indagar acerca de la aparición de los síntomas y la intensidad de los mismos. También preguntará sobre los antecedentes personales y si el paciente padece alguna de las enfermedades enmarcadas en la espondiloartritis. Además, es importante evaluar la zona afectada para verificar la sensibilidad y buscar de signos inflamatorios.
La ecografía es de utilidad a la hora de detectar la inflamación aguda de la entesis, por lo que es el estudio imagenológico de elección. No obstante, se pueden realizar otros estudios como una radiografía y una resonancia magnética.
El tratamiento de la entesitis dependerá de la gravedad de la situación. En la mayoría de los casos, el reposo en combinación con el consumo de antiinflamatorio no esteroideos suele ser suficiente para aliviar la dolencia.
La realización de ejercicios fisioterapéuticos ayuda a los pacientes con enfermedades de larga data a mejorar la movilidad articular. En los casos más severos de la enfermedad puede ser necesaria la realización de una cirugía, sobre todo si existe calcificación del tejido.
La cirugía es la última opción de tratamiento considerada por el médico y solo es realizada cuando la lesión es grave y los síntomas no mejoran con el uso de medicamentos.