En épocas de crecimiento suelen aparecer distintas dolencias en los huesos, músculos y tendones del cuerpo humano. Es algo completamente normal, al igual que el diagnóstico de la enfermedad de Sever, también conocido algunas veces como Síndrome de Sever o, de manera más técnica, como “apófisitis del calcáneo”.
No es una patología de la cual nos debamos preocupar en absoluto. Es más, es bastante común que pueda ocurrir y su tratamiento es muy sencillo. Las personas se recuperan en un plazo bastante corto y nuestros pequeños podrán volver a hacer las actividades que tanto les encanta.
Cuando los seres humanos estamos en nuestra etapa de crecimiento, las células de los cartílagos se convierten en células óseas. Esto hace que los cartílagos se expandan, se unan y de lugar al crecimiento de los huesos. Es así como crecemos los seres humanos.
¿Por qué se produce la Enfermedad de Sever?
La enfermedad de Sever ocurre en las etapas de crecimiento de los seres humanos. Les suele afectar en edades comprendidas entre los 9 y los 15 años de edad como media. En el caso de los niños, el síndrome de Sever puede aparecer entre los 10 y los 15 años y en el caso de las niñas, entre los 8 y los 13 años.
Esta dolencia suele ocurrir al “pegar el estirón”. Cuando los seres humanos crecemos, tanto los huesos, los músculos y los tendones tienden a crecer a velocidades completamente distintas. Es aquí donde pueden existir dolores en ciertos lugares al no estar del todo sincronizados ni enlazados.
Cuando damos el estiron, el hueso del talón comienza a crecer con más velocidad que los músculos y los tendones de las extremidades. Todo esto ocasiona que los músculos y los tendones comiencen a tensarse en exceso, lo que produce una presión al cartílago del tendón de Aquiles.
Esta presión sostenida y repetida en el tiempo hace que la enfermedad de Sever aparezca, creando una hinchazón en la zona, un dolor en la pierna, pie y en el propio talón y una sensibilidad excesiva en la zona. Síntomas inequívocos de poder estar sufriendo la enfermedad.
¿Quiénes son más propensos a desarrollar la enfermedad de Sever?
Como ya hemos mencionado anteriormente, las personas más propensas a sufrir esta enfermedad son los niños en la pubertad. Aunque también suelen desarrollarse en estas personas a la hora de hacer algún tipo de actividad que le haga sufrir a los talones; por lo que en edades de crecimiento serían muchos más propensos a tener la enfermedad de Sever.
Los/as niños/as más activos físicamente serán más propensos a tener esta patología. Ya que al practicar deportes de alto impacto tendrán más posibilidades de sufrir esta patología.
- Niños y niñas que practiquen deportes de alto impacto (atletismo, salto, baloncesto, gimnasia artística, baile…).
- Niñas y niños con pie pronado (el pie pronado se produce cuando se tuerce hacia la zona interna al caminar). Esto provoca una mayor tensión y torsión del tendón de Aquiles.
- Niñas y niños con los pies planos, ya que el tendón de Aquiles se encuentra acortado.
- Niños y niñas con piernas discrepadas, es decir, con una pierna más larga que la otra.
- Niños y niñas con sobrepeso, ya que el tendón tiene que soportar un peso mayor y esto crea mayor tensión en la zona.
No se suele ver la enfermedad de Sever cuando se pasa de los 15 años, ya que es hasta esta edad cuando la zona posterior del talón termina de crecer. Una vez crecido el talón, la zona se endurece al fusionarse y los huesos maduran. Esto da a lugar a un reforzamiento del lugar.
El diagnóstico de la enfermedad de Sever es bastante claro y rápido.
No hay ninguna manera de ver de manera física que la enfermedad de Sever está ocurriendo pero sí una sintomatología y unos indicios lo suficientemente claros como para entender que está ocurriendo.
Es decir, realizando una radiografía no veremos que esto está ocurriendo aunque muchos médicos de cabecera o traumatólogos mandamos a hacerla para poder descartar otras dolencias y otras posibles lesiones y/o enfermedades.
Por ello las preguntas protocolarias acerca de la actividad física del menor son fundamentales, al igual que una exploración física de los propios talones.
Una vez descartado que no hay ningún otro tipo de lesión, la mejor noticia que puede tener tu hijo o tu hija es el diagnóstico de la enfermedad de Sever. Esta enfermedad dura muy poco tiempo y su tratamiento y recuperación es muy sencilla.
¿Cómo trataremos la enfermedad de Sever?
La prioridad del tratamiento es que el dolor desaparezca o comience a ser menor. Por ello, el reposo es el tratamiento más efectivo para que el tendón, los músculos y los huesos sigan creciendo y fusionándose con normalidad sin efectuarle ningún tipo de presión.
El niño o la niña que padezca la enfermedad de Sever tendrá unas pequeñas vacaciones de unas dos semanas a dos meses con reposo. Se le invitará a no seguir con aquellas actividades físicas que le causan ese dolor hasta que no esté la zona del todo madurada.
Aún así, no hay que dejar de practicar deporte para mantener un estilo de vida saludable. Por lo que el niño o la niña que sufra de la enfermedad de Sever podrá practicar natación o ciclismo, en caso de que su médico de cabecera o traumatólogo así lo pueda estimar oportuno.
El tratamiento es muy sencillo y con unas pequeñas pautas, la recuperación llega antes de que nos lo esperemos:
- Ejercicios de fortalecimiento de los músculos y los tendones (con la ayuda de profesionales adecuados como fisioterapeutas).
- Elevar la pierna afectada y aplicarle hielo de manera indirecta durante 15 o 20 minutos cada 8 o 12 horas.
- Utilización de vendaje elástico o media de compresión.
- Toma de analgésicos y antiinflamatorios, tales como acetaminofeno o paracetamol (es lo mismo, solo que en Estados Unidos se le llama de la primera manera y en Europa de la segunda) o ibuprofeno.
Es cierto que hay veces que la enfermedad de Sever puede agravarse, al diagnosticarse tarde o al seguir ejerciendo una presión excesiva en el lugar de la lesión. Es aquí donde más puede tardar en curarse y es por ello que hablábamos anteriormente de llegar a los 2 meses de tratamiento.
En este caso, es tan sencillo como aplicar una escayola al niño o a la niña. De esta manera, se inmoviliza el pie y la recuperación es mucho más satisfactoria al tener el pie en la posición adecuada de manera continuada.
La enfermedad de Sever no volverá a aparecer y te recuperarás en menos que cante un gallo.
Una vez se haya tratado la enfermedad de Sever y el niño o la niña se haya recuperado por completo, la enfermedad de Sever no habrá sido más que una anécdota que poder contar en el cole o en el instituto.
La enfermedad de Sever podrá desaparecer más rápido si se diagnostica rápidamente ante los primeros síntomas. Por ello es muy recomendable que los niños y las niñas se sientan altamente cómodos y cómodas a la hora de hablar de médicos, de síntomas y que expresen sus dolores en cuanto los tengan.
Durante el tratamiento de recuperación y tras recuperarse de la enfermedad de Sever, es altamente recomendado no utilizar zapatos con taloneras. Es mejor utilizar zapatos abiertos pero que sujeten al pie, como sandalias o zuecos. No se deben usar nunca ni zapatos pesados ni zapatos con tacón.