Literalmente osteotomía significa «corte del hueso». Por tanto, la osteotomía de rodilla es una intervención que se realiza de manera controlada una “fractura” de la tibia o el fémur y se estabiliza en su nueva posición para aliviar la presión, la carga, corregir una desaxación y disminuir el dolor de la rodilla.
Qué es la osteotomía de rodilla
La osteotomía de rodilla es un procedimiento quirúrgico que el especialista puede recomendar si tienes daño causado por la artritis en solo una zona de la rodilla. La osteotomía también se realiza junto con otros tipos de cirugía de rodilla, como la cirugía de cartílago, si tienes la pierna arqueada o una deformidad en valgo de articulación de rodilla.
El procedimiento consiste en extirpar o añadir una cuña de hueso a la tibia o el fémur para ayudar a quitar la presión del peso del cuerpo de la zona dañada en la articulación de la rodilla.
La osteotomía de rodilla se suele realizar en personas menores de 60 años y activas. Muchas personas que se someten a este procedimiento para tratar la artritis podrían necesitar un reemplazo total de rodilla, generalmente alrededor de 10 a 15 años después de la osteotomía de rodilla.
Por qué se realiza
Los extremos de los huesos en una rodilla sana están cubiertos de cartílago resbaladizo y esto permite que los huesos se muevan suavemente uno contra otro. La artrosis daña y desgasta el cartílago, creando una superficie áspera.
Cuando el cartílago se desgasta de modo desparejo, se reduce el espacio entre el fémur y la tibia y, por lo tanto, la rodilla se arquea hacia adentro o hacia afuera, según qué lado de la rodilla esté afectado. Extraer o agregar una cuña de hueso en la tibia superior o en el fémur inferior puede ayudarte a enderezar el arqueamiento, cambiar tu peso a la parte sana de la articulación de tu rodilla y prolongar el tiempo de vida de esta articulación.
Riesgos
Los riesgos de una osteotomía de rodilla incluyen los siguientes:
- Infección en el hueso o en el tejido blando que lo rodea
- Falla en la unión de las partes del hueso
- Lesiones en los nervios o los vasos sanguíneos alrededor de la rodilla
- Alivio parcial del dolor
Cómo prepararse
El cirujano estudiará las radiografías de la rodilla para determinar si la osteotomía es adecuada y cuánta corrección de la deformidad se necesita.
Debido a que recibirás anestesia, no podrás comer ni beber antes del procedimiento. Si tomas medicamentos a diario, sigue las instrucciones del cirujano para saber si debes tomarlos la mañana de la cirugía.
Cómo es la intervención
Durante el procedimiento
Se te pondrá en un estado similar al sueño (anestesia general) o se te adormecerá de la cintura para abajo (anestesia espinal). El cirujano hará una incisión en el área del hueso que se va a reconstruir.
Según la ubicación del daño, la cirugía podría involucrar la tibia o el fémur. La forma más común de osteotomía de rodilla incluye la tibia.
En el tipo osteotomía de rodilla más simple, el cirujano corta a través del hueso, abre un espacio, lo llena con injerto de hueso y fija el hueso en su lugar con una placa y tornillos. Esto se denomina osteotomía en cuña abierta.
Otra opción es cortar la tibia o el fémur, y luego quitar una cuña de hueso. Los bordes cortados del hueso se unen y se fijan en su lugar con piezas metálicas. Esto se denomina osteotomía en cuña cerrada.
La cirugía por lo general dura entre una y dos horas.
Después del procedimiento
Según la complejidad de la cirugía y de qué tan bien te recuperes, puedes volver a tu casa el mismo día o permanecer una noche en el hospital. Tendrás que usar muletas durante aproximadamente dos meses para que el hueso cicatrice correctamente.
La rehabilitación puede durar hasta seis meses y consistirá en ejercicios diseñados para lo siguiente:
- Fortalecer los músculos de los muslos (cuádriceps).
- Aumentar la amplitud del movimiento de la rodilla.
- Mejorar el equilibrio.
En ocasiones, se usa un dispositivo de inmovilización para sostener el hueso mientras cicatriza.
