La natación como deporte de alto rendimiento, implica elevadas demandas para el atleta en cuanto a tiempo y carga de entrenamiento. Tal nivel de exigencia, causa un estrés considerable sobre estructuras articulares y musculares del hombro y la espalda. Por este motivo, entre las lesiones músculo esqueléticas que se presentan en este deporte, la de hombro representa más de la mitad de las lesiones en nadadores, seguida por las lesiones de rodilla, tobillo y espalda baja. La lesión de hombro en nadadores más habitual se conoce con el nombre de hombro de nadador.
Qué es el hombro de nadador
El hombro de nadador se debe al síndrome de pinzamiento subacromial, y está relacionado a una limitación funcional variable en el atleta. Actualmente se sabe que se trata más bien de un pinzamiento secundario. Este tipo de lesión se relaciona principalmente a la práctica de ciertos estilos de natación como el Crol o estilo libre (80%), seguido por el estilo mariposa y espalda.
Causas del hombro de nadador
Frecuencia de entrenamiento
Un nadador de alto rendimiento, puede nadar entre 10.000 y 14.000 m. al día, entre 6-7 días a la semana. Esto equivale a 2.500 movimientos continuos de la articulación del hombro por día, (16.000 revoluciones por semana). Este movimiento provoca un estrés sobre la articulación, conduciendo a lesión del hombro por microtraumatismo repetitivo.
Laxitud-inestabilidad articular del hombro
La articulación del hombro es inestable por sus características anatómicas. A más movilidad, más inestabilidad. Clínicamente la mayoría de los nadadores tienen un incremento en la traslación y laxitud de la articulación. Esto es debido a que la mayor parte de la fuerza propulsiva en la natación, es generada por los hombros.
Otras causas relacionadas
- La fatiga del manguito rotador debido a disfunción escapular: Si la escápula está disbalanceada, origina que el manguito de los rotadores no trabaje correctamente y se pueda llegar a inflamar, ocasionando una tendinitis subacromial.
- Desequilibrio muscular de fuerza y flexibilidad en musculatura de hombro y estabilizadores de escápula.
- Fatiga muscular asociada a incrementos bruscos de entrenamiento.
- Entrenamiento con paletas de mano, ya que incrementa resistencia al agua.
- Frecuencia de ejercicios de fortalecimiento con cargas excesivas.
- Técnicas inadecuadas de estiramiento (sobrestiramiento principalmente).
Tratamiento del hombro de nadador:
El tratamiento de esta lesión suele ser principalmente conservador. Debe realizarse un diagnóstico precoz de la lesión, identificando claramente las causas, y finalmente reincorporándose progresivamente al programa habitual de entrenamiento.
Los pasos a seguir en el tratamiento son:
- Disminución de Inflamación: Reposo por período breve, terapia con antiinflamatorios, bloqueos anestésicos, modalidades de terapia física (crioterapia, iontoforesis).
- Incremento de la flexibilidad: A través de estiramiento con técnicas adecuadas.
- Fortalecimiento: Orientado a lograr un adecuado balance muscular entre manguito rotador y estabilizadores de la escápula. Debe hacerse énfasis en el fortalecimiento de 2 áreas principales: Depresores de la cabeza humeral (subescapular, infraespinoso y redondo menor) y Estabilizadores de escápula (trapecio superior e inferior, serrato anterior y romboides)
Tras una lesión de hombro de nadador, la reincorporación del atleta al entrenamiento debe ser gradual y su progresión debe ir en función de la tolerancia y ausencia de dolor. Debe estar además controlada en todo momento por un traumatólogo especialista en éste tipo de lesiones deportivas.