El dolor más frecuente en el hombro es denominado como descompresión subacromial por los especialistas en traumatología. A continuación, te explicamos qué es la descomprensión subacromial, las causas y cómo tratar los síntomas molestos de dicha patología.
¿Qué es la descompresión subacromial?
La descompresión subacromial, también conocida como síndrome subacromial o pinzamiento de hombro se manifiesta con un dolor intenso en el hombro. Es una patología provocada por el roce de los tendones rotadores en la superficie inferior del acromion. El espacio subacromial está delimitado por arriba por el arco coracoacromial conformado por la parte anterior del acromion, proceso coracoides, ligamento coracoacromial y articulación acromioclavicular, por debajo está delimitado por la cabeza del húmero cubierta por el manguito rotador. La descompresión subacromial o síndrome subacromial es la causa más común de dolor en el hombro, representando al 50% de las causas del dolor en esta zona.
Causas del síndrome subacromial
Las causas de la descomprensión subacromial, como hemos podido adelantar, se deben al estrechamiento del espacio que se encuentra entre la cabeza del húmero y una pequeña parte de la escápula llamada acromion. En el espacio subacromial se localizan los tendones del manguito de los rotadores cubiertos por una bolsa (bursa subacromial) que los protege del hueso acromion y facilita su deslizamiento.
La reducción de este espacio puede estar causado por la constitución del hombro, estado del tendón o por desarrollo de artrosis acromioclavicular. Las personas que por su trabajo tienen que hacer uso repetido del hombro, producen en la bursa una inflamación (bursitis) y con el tiempo los tendones se verán afectados. Entre los factores de riesgo más importantes destacamos la edad. Con el tiempo sufrimos un proceso degenerativo de los tendones del manguito rotador, por la escasa vascularidad y disminución de la actividad bilógica y propiedades mecánicas.
Síntomas de la descompresión subacromial
Las personas con descompresión subacromial sufren un dolor intenso en el hombro, difícil de controlar y calmar. El dolor es en forma de cuchillada y profundo, se encuentra localizado en la zona anterolateral del hombro. Cuando el paciente realiza movimientos de la articulación en flexión y abducción por encima de 90 grados el dolor se intensifica. Es muy frecuente, que los pacientes con descomprensión subacromial se despierten por la noche del dolor, provocando problemas para conciliar el sueño. Los signos y síntomas principales de la descompresión subacromial son: dolor intenso, limitación del movimiento articular y debilidad muscular.
Diagnóstico de dolor en el hombro
Cuando nuestros pacientes llegan a CAMDE con una serie de molestias frecuentes en el hombro y dolor durante la noche, solemos sospechar de un problema de descompresión subacromial. El Dr. Vicente de la Varga realizará una exploración física para confirmar el diagnóstico, comienza con la exploración del cuello y el hombro. El traumatólogo observará el contorno del hombro y lo comparará con el otro lado, para identificar atrofia muscular. En algunos casos, pueden ser necesario administrar 10 ml de lidocaína en el espacio subacromial, para disminuir la intensidad con las maniobras. Para verificar el diagnóstico se realizan radiográficas desde distintos ángulos. El ultrasonido y la IRM son de gran utilidad para explicar los factores que intervienen en la enfermedad.
Tratamiento para la descompresión subacromial
Los especialistas utilizan dos tipos de tratamiento según el estado de descomprensión subacromial del paciente. El tratamiento de esta patología puede ser conservador o quirúrgico. Se recomienda el tratamiento conservador (sin cirugía) a pacientes con un síndrome subacromial de inicio. Se ha comprobado que la combinación de terapia anti-inflamatoria orales, hielo y seguir un programa adaptado de musculación y fisioterapia mejoran el dolor en el 80% de los casos. En los casos que el dolor es muy incapacitante, algunos médicos aconsejan la infiltración de corticoides subacromiales. Es una opción que el paciente debe pensar detenidamente, ya que consiguen dar un gran alivio, pero el uso repetido aumenta el riesgo de que se rompan los tendones.
Por otro lado, el tratamiento quirúrgico esta indicado para los casos con dolor persistente de más de seis meses de duración o personas con dolor intenso. La cirugía puede ser de manera abierta o mediante el uso de artroscopia de hombro. Generalmente, aconsejamos el uso de la vía artroscópica por las ventajas: el acceso mínimo de la articulación, evita la desinserción de fibras del deltoides, se aprecia toda la articulación para ver si existen otras enfermedades intrarticulares, permite una rápida incorporación a la rehabilitación, menor dolor posoperatorio, no influye en la estética y facilita la reincorporación del paciente al deporte con rápidez.
Para llevar a cabo la artroscopia de hombro se utiliza anestesia general. Una vez anestesiado el paciente se coloca en posición de silla de playa o en decúbito lateral, la más empleada es la primera. Se realiza una pequeña incisión de un cm, para quitar la Bursa inflamada y limar el acromion para conseguir mayor espacio. A demás, durante la intervención se valora el estado del manguito y si presenta una rotura del manguito, en la misma intervención se repara. Finalizada la intervención quirúrgica, se darán puntos de piel y se coloca la extremidad en un cabestrillo de tela.