¿Qué es el derrame articular?
El derrame articular es la inflamación producida en una articulación a causa de la acumulación excesiva de líquido, ya sea líquido sinovial o sangre. Cuando se trata de sangre hablamos de hemartrosis debido a un traumatismo. Es importante evacuar la sangre porque puede causar daño del cartílago. Cuando se extrae la sangre y vemos gotas de grasa es asociado a una fractura. Las articulaciones que con mayor frecuencia padecen un derrame articular son la rodilla, el tobillo o el hombro.
El líquido articular o líquido sinovial se encuentra en todas las articulaciones y cumple dos funciones muy importantes:
- Lubricante y amortiguador, es decir evita la fricción de los cartílagos articulares.
- Nutritivo; el cartílago se alimenta, al igual de otras estructuras como meniscos o ligamentos.
Las cantidades de líquido en personas sin problemas articulares son normales, pero el exceso de líquido aumenta en procesos inflamatorios. El exceso de líquido se produce cuando ocurre una lesión intra-articular, que puede deberse a distintas causas que explicaremos más adelante.
Los síntomas característicos de un derrame articular suele ser un dolor agudo, especialmente al flexionar la articulación e incluso la limitación de la movilidad. Cuando se trata de la articulación de la rodilla, puede ocurrir incluso una incapacidad de doblarla.
Si tienes síntomas parecidos te recomendamos consultar con el Dr. Vicente de la Varga o tu médico para determinar el diagnostico y si es necesario realizar una artrocentesis, para extraer el líquido del derrame articular. La artrocentesis es una técnica utilizada para extraer líquido de una articulación o como mecanismo para introducir medicinas en la articulación. El proceso se realiza mediante una aguja que se pincha en la articulación par allegar a la cavidad articular y extraer liquido en su interior, y reducir así la inflamación de la articulación y/o analizar el líquido extraído y conocer la causa de la inflamación. También, para introducir una medicina, generalmente corticoides o anestésicos, con el objetivo de reducir el dolor o disminuir la inflamación.
Causas de un derrame
Las causas de un derrame articular son muy conocidas por la mayoría, pero existen otras no tan evidentes:
- Artrosis
- Artritis
- Traumatismos
- Esguinces
- Lesión en meniscos
- Condromalacia
- Atrofia muscular
Síntomas del derrame articular
El principal síntoma del derrame articular es el dolor, que se hace especialmente intenso cuando el paciente flexiona la articulación.
Si sientes alguno de los síntomas, describirnos a continuación, no dudes en visitar al médico.
- Fiebre.
- Dolor.
- Disminución de la movilidad. Derrame articular a tensión.
- Malestar general.
Factores de riesgo
Existen un conjunto de factores de riesgo que podrían predisponer a algunas personas a sufrir un derrame articular.
- Diabéticos.
- Persona que estén tomando medicamentos con cortisona.
- Personas con tratamiento de quimioterapia.
- Enfermos con sistema inmune debilitado
- Personas mayores, ancianos.
¿Bursitis o derrame?
¿Cómo puedo saber si tengo una bursitis o un derrame articular? Las características de un derrame podrían confundirse con una bursitis. La pregunta que debemos hacernos para diferenciarlos sería ¿dentro o fuera? Es decir, tenemos inflamadas o hinchadas las partes superficiales de la rodilla o las estructuras internas.
El derrame articular se trata del cúmulo de líquido articular en el interior de la rodilla. La bursitis se diagnostica con la observación del especialista más que con cualquier prueba de radiografías. Solo tendrás que tener paciencia y dejar que pueda visualizar y tocar el tipo de inflamación. Las características de los síntomas de la bursitis agua son fiebre, calor, enrojecimiento y dolor.
Tratamiento para el derrame articular
El derrame articular puede curarse, y general mente el tratamiento suele ser ejercicios guiados de un fisioterapeuta para reducir los síntomas facilitando la absorción del líquido. A continuación, os facilitamos todas las posibilidades para tratar el derrame articular.
¿Cómo podemos tratar el derrame articular?
- Proteger la articulación con rodilleras y mantener reposo mientras el dolor persista.
- Aplicar hielo con la ayuda de un paño para evitar el contacto directo con la piel. Con el frío conseguiremos desinflamar y aliviar el dolor. Deje actuar durante 15 minutos.
- Usar un vendaje para la articulación adolorida con una gasa haciendo una ligera presión.
- Mantener la articulación elevada.
- Masajear en el sentido de los pies hacia la cadera resulta muy eficaz para aliviar el dolor y la inflamación.
- Usar medicamentos antiinflamatorios para reducir la inflamación de la articulación, disminuyendo el dolor.
- Aspirar el líquido suele ser el tratamiento más adecuado para los casos más graves, pero requiere de un especialista para retirar el exceso de líquido con una aguja.
- Fisioterapia: los ejercicios de un fisioterapeuta ayudan a fortalecer la articulación y a mejorar la circulación sanguínea, drenando el exceso de líquido. Es muy importante que los ejercicios estén adaptados a la articulación afectada, por lo que es fundamental recibir la evaluación y orientación de un profesional.